IBAGUÉ. Las rejas no han sido impedimento para que los internos de la Cárcel de Picaleña, alcen sus voces para pronunciarse sobre lo que ellos creen son una clara violación de sus derechos. Temas como la restricción de las visitas siguiendo un cronograma, el hacinamiento en el que están viviendo y los pocos o escasos programas de resocialización, son algunos de los aspectos que los preocupa.
Estos problemas quisieron darlos a conocer a Q’HUBO varios de los internos del centro carcelario, quienes por medio de una carta manifiestan en ocho puntos, lo que para ellos es una clara violación de sus derechos.
El primer punto, uno que más les inquieta y conmueve es que no podrán recibir la visita de sus seres queridos cada ocho días como lo venían haciendo, además no les podrán ingresar alimentos preparados. De dicha medida se enteraron el domingo anterior, cuando a la entrada de la cárcel sus familiares recibieron el volante donde les indicaban que a partir del Primero de abril se implementaría esta restricción.
Lo anterior, refiere la carta, generaría dentro de la población carcelaria promover la violencia dentro del centro de reclusión. Respecto al tema la Personera Delegada del Ministerio Público, Derechos Humanos, Familia, Niños, Niñas y Adolescentes, Astrid Quintana, manifiestó que la Cárcel de Picaleña pasó a ser un Complejo Carcelario y Penitenciario Ibagué, Coiba, lo que implica ciertos aspectos: “Tienen un reglamento y según las resoluciones del Inpec deben cumplirlo, con el Bloque Uno fue difícil porque la infraestructura no lo permitía, esto lo socializaron varias veces y por derecho de igualdad lo que implica no pueden ingresar alimentos cocidos y las visitas serán de cuatro horas”.
Por su parte el Defensor del Pueblo, Santiago Ramírez, manifestó: “Ninguna persona puede modificar las reglas establecidas, a esas reglas nosotros nos vamos a sujetar, pero vamos a verificar cada una de las cosas con visitas permanentes a la Cárcel y no vamos a permanecer incólumes ante la afectación en sus derechos fundamentales”, dijo el Defensor.
Una de las medidas que están planeando los internos es “una desobediencia pacífica, para que venga el Ministro de Defensa y Acción Social”, dijo un interno de la Cárcel de Picaleña.
SISTEMAS DE SALUD Y SANITARIO
El servicio de salud y la prestación del servicio inquieta a los reclusos. Uno de ellos refiere que la asistencia que reciben de Caprecom es deficiente.
Para el Defensor del Pueblo, Ricardo Ramírez, es un problema crítico porque “la EPS que contrató con el Estado en servicios de salud para la Cárcel, no ha dado la solución que merece una población tan vulnerable, hemos estado atentos, pero hay que trabajar fuerte y con los internos de cara a lo dispuesto por la ley”.
Por su parte Astrid Quintara refiere:”Ellos tienen gente que trabaja en el establecimiento, pero cuando requieren un hospital es más complejo”.
La queja del sistema sanitario y el suministro de agua es uno de los temas que más falencias ha presentado en la Cárcel, como el estado de los baños y lo que los propios internos denominan reguero.
“Hay problemas estructurales, pero no sólo en Ibagué sino en otras cárceles”, dijo el Defensor del Pueblo.
PROGRAMAS DE RESOCIALIZACIÓN
Un interno manifestó que la resocializacion dentro de la Cárcel de Picaleña no se ve: “El Sena llega a las 6:00 de la mañana y entra al mediodía, no piensan en el bienestar del interno, la empresa de madera ya no funciona”, dijo.
Referente al tema Santiago Ramírez aseveró: “Se han hecho algunos esfuerzos, conformado las mesas para los Derechos Humanos para que se logre constituir una resocialización en estas cárceles, no la he visto nunca”.
Por su parte Astrid Quintana aceptó que existen falencias: “En eso sí de pronto estamos cortos, ha habido algunos inconvenientes y se piensan abrir más cupos para que haya más gente trabajando y tengan opción”.
HACINAMIENTO
Según refirió uno de los internos, en las instalaciones de lo que normalmente se conoce como ‘Picaleña La Vieja’, las condiciones son tan precarias que “parecen estar viviendo en Somalia”. La población carcelaria en esta locación al parecer ha sobrepasado todo límite.
Aseguran que en un patio donde la capacidad es de 190 personas, conviven 340 internos, lo que hace que la aglomeración alcance según sus cálculos, un 80 por ciento.
Ante este cuestionamiento, Ricardo Ramírez, Defensor del Pueblo refirió: “Hemos actuamos en la cárcel como garantista, sabemos que hay una sobrepoblación de internos y que van a llegar más, se dice y esto está sucediendo en todo el País”, dijo.
Y agregó: “Casi todas las cárceles están sobresaturadas, además el señor Defensor del Pueblo a nivel nacional ha llamado la atención sobre el particular, creemos que en cualquier momento tenemos que recurrir a cualquiera de los mecanismos constitucionales para la defensa de los derechos, como las acciones de tutela”, puntualizó.
La Personera Delegada del Ministerio Público, Derechos Humanos, Familia, Niños, Niñas y Adolescentes, Astrid Quintana, dijo al respecto: “Escuché al General, Director del Inpec, que va a tratar de deshacinar las cárceles para junio de este año”.
En el caso de la Cárcel de Picaleña, Quintana refirió: “Sería tratar de deshacinar el bloque uno, donde hay patios con condenado y sindicados”.
LA COMIDA
El hacinamiento o superpoblación que hay al interior de la Cárcel, en lo que llaman ‘Picaleña Vieja’, trajo sigo según algunos internos que dialogaron con Q’HUBO que la comida no alcance para todos. En un patio donde hay 500 personas, comen bien 430 y las 70 restantes deben comer lo que le dejen sus compañeros o encuentren en la basura.
“No he constatado un hecho tan grande, sería una discriminación feroz, voy a coordinar que se vigile si hay personas que tiene que comer sobrados de otros, sinceramente creo que eso puede estar ocurriendo”, dijo el Defensor del Pueblo.
Al respecto, Astrid Quintana manifestó: “No es cierto, hay suficiente comida para todos, eso es mentira, el Ministerio está pendiente, hay 15 menús que se repiten a los 20 días, puntualizó.