IBAGUÉ. En la Clínica Los Ocobos falleció Javier Sánchez Rubio, de 55 años de edad, quien el 15 de marzo recibió un balazo en el hombro y otro en la espalda cuando iba saliendo de su casa en la calle 16 número2-24 del barrio Industrial, al parecer por parte de algunas personas con las que había tenido problemas porque les hizo cerrar un negocio en donde presuntamente se consumían estupefacientes.
“Hubo negligencia”. De acuerdo con las declaraciones de sus amigos y familiares quienes llegaron a las instalaciones de Medicina Legal para reclamar su cuerpo, desde el día que intentaron quitarle la vida Sánchez Rubio estuvo recluido en el hospital Federico Lleras Acosta, donde según ellos el personal médico no le brindó la atención adecuada.
Al parecer la esposa del hoy fallecido tenía que comprarle la comida y medicamentos y el día que lo trasladaron a la clínica Calambeo un médico indicó que las sondas y frazadas que cubrían sus heridas estaban en mal estado por lo que presumen que su muerte se dio por falta de cuidados y aseo.
Se fue un líder. Los allegados de Javier Sánchez Rubio aseguraron que no saben qué fue lo que pasó el día en que fue baleado y que las autoridades aún no les han informando quienes podrían ser los responsables. El difunto es recordado por sus amigos y seres queridos como una persona amable, positiva, líder y comprometida con la comunidad, e igualmente uno de sus sobrinos puntualizó que el día de la tragedia nadie de la familia vio lo que había pasado y que tal vez los medios de comunicación saben más de lo que sabe la familia.