La violencia en el fútbol mexicano tocó fondo con 26 lesionados, tres de ellos graves, tras una batalla campal en el partido Querétaro-Atlas, después de la cual el Gobierno y la Liga MX deberán revisar todo.
El cotejo, correspondiente a la novena jornada del torneo Clausura (cancelada en su totalidad), fue suspendido luego de que en el segundo tiempo los hinchas de uno y otro equipo iniciaron una pelea que se extendió al resto de las graderías y luego a la cancha.