IBAGUÉ. Una vez más el servicio médico, la falta de atención, de medicamentos y la negligencia, cobran la vida de una menor de edad. Desde la vereda Pastoral de Corozal, jurisdicción de Puerto Gaitán en el Meta, llegó a Ibagué Luisa Chipiaje Amaya con su padre, luego de ser mordida por una culebra el pasado 18 de noviembre.
“Mi hija fue a ver una película en una casa vecina y la hermana pequeña me avisó 10 minutos después que a la niña la había atacado una culebra en una pierna mientras caminaba”, comentó Rafael Chipiaje, padre de la joven de 16 años de edad.
Un total de ocho horas tardaron en llegar a un centro asistencial en Villavicencio, pero allí la remitieron para el hospital Federico Lleras Acosta, donde falleció ayer.
La joven estuvo en el Federico Lleras en cuidados intensivos. Su padre comentó que el 25 del presente mes le habló. “Ella abrió los ojos, me dijo que si le escuchaba, pero luego no soportó”, indicó el padre de familia quien se dedica a la agricultura en el resguardo indígena Tres Cuartos del Tigre, en ese departamento, donde vive con sus hijas y su esposa Rosalbina Amaya.
Según Chipiaje, en Villavicencio le dijeron que no la podían atender porque no tenían la medicina y el suero antiofídico.
Hasta ayer, Rafael fue la única compañía de Luisa, ya que en la Ciudad no tienen familiares, por lo que el cuerpo fue trasladado hasta su lugar de procedencia con la funeraria Serfuncol para darle sepultura.
