VILLARRICA. A Johan Estiven Acosta Rada la vida le cambió hace cerca de dos años y medio cuando sufrió un accidente que le dejó como consecuencia quemaduras en cara, pecho y brazos. Actualmente, a sus escasos 11 años de vida, el menor de edad residente en Villarrica es tímido, no sale mucho a la calle, y su madre, Flor Alba Rada, le debe cubrir el rostro con una malla por las lesiones sufridas.
La mamá del pequeño, recordó: “Nos íbamos a dormir y le dije que se bañara los pies para acostarse. Yo había prendido el fogón ese día y quedaron unas brasas. Seguro estaba haciendo aire, había un ‘pucho’ de gasolina por ahí, y él cogió ese timbo y se lo echó al fogón. De pronto pensó que era agua. Cuando lo vi fue prendido, y el papá corrió de una a quitarle el buso para apagarlo”, dijo la señora Rada.
A Johan Estiven lo tuvieron que trasladar hacia el Hospital Simón Bolívar de Bogotá, donde recibió el tratamiento para las quemaduras de segundo y tercer grado. Pese a ello, el niño ha sacado fuerzas para tratar de llevar sus días como cualquier otro pequeño: “Él se encuentra estudiando, ya entró a clases. Está en cuarto de primaria”, añadió la madre.
El niño es el segundo de cuatro hijos que conforman la familia, de la que la señora Rada se dedica al hogar y el padre labora en oficios varios: “Lo que gana mi esposo sólo alcanza para los gastos de la casa. Lo que más quisiéramos en este momento es que nos ayudaran con un cirujano plástico para mi hijo. Hasta el momento no hemos tenido ningún apoyo de alguna entidad”, concluyó la mujer.
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