JULIÁN TORRES
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La época dorada de Hollywood nos acostumbró a películas del género ‘péplum’ ambientadas en grandes estudios, con actores caucásicos que cuando interpretaban a Jesús o a personajes de la Biblia, poco o nada se acercaban a la verdadera fisonomía de los judíos y romanos. Eran además grandes dramas de estilo teatral con abordajes épicos, contados desde una mirada muy norteamericana. Por eso, cuando en 2004 Mel Gibson estrenó su versión de las últimas horas de Jesucristo, tuvo todos los reflectores encima, tras ser acusado de antisemitismo y de presentar violencia explícita en varias escenas. Lo cierto es que, más allá del realismo, La Pasión de Cristo se convirtió en una prueba de fe para sus realizadores y para el público.
¿De qué trata?
La cinta recrea el último día de vida de Jesús de Nazareth. Inicia durante la noche, cuando el profeta acude al monte de los Olivos a orar, tras la última cena. Luego de ser traicionado por Judas Iscariote, es arrestado y conducido a Jerusalén, para afrontar un juicio por ‘blasfemia’. Tras ser llevado ante Herodes, este entiende que se trata de un juicio político, pero no logra que los fariseos le perdonen la vida, así que “se lava las manos”, dejando el destino de Jesús en los religiosos radicales. A partir de allí, se presencian las horas de tortura y sufrimiento que vivió el nazareno hasta su muerte.
Realismo que se agradece
Gibson, quien profesa el catolicismo, optó por centrarse en la Pasión y Muerte de Jesús, principios centrales de esta confesión religiosa. Rodada en Italia, la cinta es explícita en mostrar la violencia, heridas abiertas, caídas y demás vejaciones que padeció Jesucristo antes de su exposición en una cruz. La cinta, lejos del misticismo clásico, ofrece una mirada muy humanista del ‘Salvador’ de los católicos, de María y otras personas allegadas a su vida, así como de quienes estuvieron implicados en su deceso. Pese a las acusaciones de antisemitismo, el guión está basado en la propia Biblia, que en sus cuatro evangelios relata este pasaje de la vida del nazareno. Los intentos de censura y la polémica surtieron un efecto opuesto, pues además del éxito en taquilla, la cinta ha sido catalogada por muchos como “la mejor jamás filmada sobre la vida de Jesús”.
Trabaja en una secuela
El actor, director y productor Mel Gibson está trabajando en una “segunda parte” de La Pasión de Cristo, titulada ‘Resurrección’. La cinta al parecer también estará protagonizada por Jim Caviezel como Jesús y Monica Bellucci como María Magdalena. Gibson viene trabajando en el guión desde 2016.
Una prueba de fe
Jim Caviezel, actor que interpreta a Jesús (la personificación más acertada de las que se recuerde) tuvo una experiencia agridulce durante el rodaje: sufrió hipotermia que desembocó en neumonía, se dislocó un hombro, recibió una descarga eléctrica y hasta latigazos accidentales. Además, de ello, el actor también afrontó la censura de Hollywood, pues tras su trabajo en la cinta, dejó de ser tenido en cuenta para proyectos grandes. Jim aseguró que desde un inicio sintió que su escogencia para el rol fue un llamado de Dios y que a través de su interpretación logró que “la gente no lo viera a él, sino a Jesús y ocurrieran conversiones”.
Ficha técnica
Título original:
The Passion of the Christ
Dirección: Mel Gibson
Guión: Mel Gibson y
Benedict Fitzgerald
Producción:
Bruce Davey, Mel Gibson.
Elenco:
Jim Caviezel, Maia Morgenstern, Christo Jivkov, Mónica Bellucci, Francesco de Vito, Luca Lionello, Luca de Dominicis, Rosalinda Celentano.
Año: 2004
Duración: 126 minutos.
Datos del filme
La cinta está hablada en arameo, hebreo y latin.
Luca Lionello, quien interpretó a Judas Iscariote era ateo, pero tras culminar el rodaje, se convirtió al catolicismo.
Rosalinda Celentano, actriz que interpreta a Satanás en la cinta, se presenta como una figura sin sexo, en referencia a la película ‘El séptimo sello’ de Ingmar Bergman.
La cinta fue nominada a tres premios Oscar: mejor fotografía, mejor banda sonora y mejor maquillaje.
Esta semana, el actor Christo Jivkov, quien interpretó a Juan, falleció a los 48 años de edad.
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