ARMERO GUAYABAL. Hace ocho días, Sara Ayolina Salazar Palacios, de tres años de edad, partió de este mundo, víctima de abuso sexual, maltrato físico y asesinato.
Pese a que las autoridades han desplegado una investigación ardua para dar con los responsables no hay capturados. El jueves en la tarde luego de cinco horas de reunión entre la Alcaldía de Armero Guayabal, Comisaría, Secretaría de Salud Departamental y otros entes, analizaron el caso de Sarita: “El objetivo de la unidad de análisis era saber cuál había sido la prestación de servicio que recibió la menor desde el ingreso al hospital de Armero hasta el momento del deceso y de cada una de las instituciones que de una u otra forma velamos por los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Hubo problemas en la falta del reporte en el sistema de vigilancia, en el seguimiento de la niña de control y desarrollo, y en la red. A nivel general todos los actores tenemos que hacer un plan de mejora donde la Secretaría de Salud va a hacer seguimiento. Sarita estuvo abandonada por todos, pero la idea es revisar los protocolos, las competencias y la artículación de las instituciones”, señaló Sandra Liliana Torres, jefe de la Cartera. Durante siete meses en que se terminaron las visitas de la Comisaría, las autoridades le perdieron la pista a Sarita que en este tiempo estuvo a cargo de sus padrinos y “fue en estos siete meses que fue el deterioro de la salud de la niña y el abuso, la violencia se evidenció”, puntualizó Torres.
