Una mujer y sus hijos se ‘pegan’ del wifi de un salón cultural para asistir a clases virtuales

En marzo de 2020 los colegios quedaron desolados a causa de la pandemia del Covid-19, mientras las aulas de clases se trasladaron a plataformas digitales, que se han convertido en todo un reto para miles de niños en Ibagué y el Tolima que no tienen acceso a Internet.

Erika Rodriguez es una madre soltera, residente en el asentamiento Rincón de la Virgen, que ha hecho todos los esfuerzos en el último año para lograr que sus hijos, a pesar de las adversidades y carencias técnicas, continúen asistiendo a sus clases.

Todo por la educación

El 1 de febrero los colegios oficiales de Ibagué iniciaron el año escolar desde la virtualidad, pero los dos hijos de Erika y un sobrino, no tuvieron la opción de conectarse a Internet. Así que Erika no dudó un solo segundo en buscar alternativas y decidió trasladarse todos los días, junto a sus hijos, hasta el salón cultural del barrio Yuldaima, donde hay un punto Wi-fi gratuito. 

El objetivo era que los menores, quienes cursan Primero y Sexto grado, se pudieran conectar a WhatsApp y a las plataformas virtuales para acceder a las clases. Pero su recursividad se quedó corta porque la familia solo tiene un celular y además fue donado.

Varios residentes del Yuldaima, a lo largo de una semana vieron cómo Érika llegaba cada día con sus hijos, instalaban una mesa y empezaban la jornada escolar afuera del salón cultural. Los menores, a partir de turnos, usaban el celular para poder cumplir con sus obligaciones escolares. 

La situación poco común, llamó la atención de los miembros de la Junta de Acción Comunal del barrio, quienes dialogaron con los directivos de la Institución educativa Guillermo Angulo Gómez, ubicada en el sector, para asistir a la familia. 

Y gracias a su apoyo, a partir de hoy ambos niños podrán recibir las clases en un aula de la institución y conectarse a la red del colegio, mientras los directivos gestionan herramientas tecnológicas y sim cards con la Administración municipal.

Una madre guerrera

Erika Rodriguez se dedica a las ventas ambulantes, además es gestora cultural en el Sur de Ibagué. Desde el inicio de las clases virtuales, esta madre cabeza de familia tuvo que cambiar los horarios de su trabajo para poder acompañar a sus hijos y a su sobrino en el proceso educativo. Es por esto, que cada día camina un poco más de 15 minutos junto a sus pequeños para llegar hasta el barrio Yuldaima, donde pueden acceder a la conectividad.

En diálogo con Q’HUBO, Erika aseguró: “Mi pregunta es saber qué va a pasar este año, nos van a seguir apoyando, cómo va a ser esta modalidad”. 

Este interrogante es el mismo que tienen centenares de padres de familia en Ibagué, quienes como Érika, pasan las duras y las maduras para que sus hijos se puedan conectar a las plataformas digitales y seguir luchando con la esperanza de un mejor futuro.

Dato:

A partir de hoy, Erika y sus hijos podrán conectarse desde la red de la institución educativa Guillermo Angúlo Gómez.

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