REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Además de su riqueza biodiversa y de la grandeza de sus paisajes, el Sur del Tolima es la tierra de uno de los mejores cafés de Colombia. En los suelos empinados y fértiles como la de la Finca Monteverde, en Herrera, Rioblanco, se produce un grano de calidad superior. En esa tradición caficultora, se formó Katerinne Gutiérrez, quien dejó por lo alto el nombre de los baristas tolimenses en el Campeonato Nacional de Cafés Filtrados.
De catadora a barista
Perteneciente a una de las familias productoras de café de Rioblanco, Katerinne Gutiérrez es profesional en Agronomía y durante años se preparó como catadora de granos especiales. Sin embargo, surgió en ella la inquietud de aprender también el oficio-arte del barismo, consistente en preparar la bebida con toda la técnica.
“Tengo amigos baristas que me ayudaron a preparar el café con todos los métodos, porque no es lo mismo hacerlo en casa, que para expertos en la materia. Algunos de mis amigos participaron en campeonatos, yo los asesoraba en temas sensoriales y así fui pasando a hacer barismo sola”, relató la experta.
Cuando pasó a convertirse en una especie de entrenadora, supo que estaba lista y decidió concursar en el Campeonato de Cafés Filtrados que se realizó del 8 al 10 de julio en Montenegro, Quindío. Tuvo que prepararse mentalmente y dominar el pánico escénico que le producía el hablar ante conocedores de productos de calidad superior.
“Yo desarrollé mi tesis de pregrado en fermentación de café, así que sentí que eso me ayudó. Ha sido un trabajo de muchos años, para no titubear ni olvidar datos porque los jueces necesitan estar en confianza”, explicó. Gracias a ello, ocupó el cuarto lugar del campeonato en su primera participación.
El producto que Katerinne sometió al juicio de los catadores es de una variedad de café denominada purpurascens, cultivado en la finca Monteverde, perteneciente a su familia. De este surgió una mutación que produjo una planta ‘albina’, pero cuando produjo los granos, estos eran de sabor muy fuerte y fueron descartados.
Sin embargo, más adelante, Katerinne decidió experimentar con un proceso de control de temperatura en la fermentación que funcionó como un descafeinado sin químicos y mejoró su sabor. “Fue algo espectacular. Nunca en mis 13 años como catadora había probado algo así”, manifestó la barista.
Ese fue el producto con el que concursó y que la dejó entre los mejores a nivel nacional, y con ganas de participar nuevamente para conquistar el primer lugar.
DATO
La Finca Monteverde produce un café de exportación que goza de buena reputación a nivel internacional. La empresa exportadora de la familia es Café Cien Años.
Katerinne obtuvo una calificación de 110 en el ítem de ‘servicio al cliente’.