IBAGUÉ. El 13 de noviembre de 1985, el agente de Policía de la época, Jairo Trujillo, quien estaba adscrito al grupo de Carabi-neros de Armero, entregó turno a la 7 de la mañana.
Afanado por el compromiso que tenía con su esposa María Lucy Duque, llegó a la casa donde pagaba arriendo en el barrio La Sequia de su querida ‘Ciudad Blanca’.
La señora María ya tenía al hijo de ambos, de dos años y medio, listo.
Ella, que tenía seis meses de gestación, también estaba arreglada. Los tres desayunaron y pasadas las 8 de la mañana arrancaron para Fresno a visitar a la familia de ella.
Todo era normal. Aunque habían rumores de una posible erupción del volcán Nevado del Ruiz, ninguna entidad le había dado veracidad a la noticia. Ni él, que era Policía, tenía información de una posible tragedia.
Su plan era regresar a Armero al día siguiente, antes de las 2 de la tarde porque debía recibir tercer turno, pero eso nunca ocurrió.
Y aunque sobrevivieron a la avalancha, la tragedia interfirió de manera directa en la vida de los tres.
Perdió la bebé
El 14 de noviembre, la primera en darse cuenta que algo raro había pasado fue la señora María. Hacia las 6 de la mañana abrió la puerta de la casa de su mamá en Fresno y se percató de que todos los árboles y el piso estaban cubiertos de ceniza.
Además, por el terrible olor a azufre empezó a sentirse mareada y después comenzó a sangrar.
Cuando en compañía de su esposo llegaron al Hospital del municipio, allí les informaron acerca de la tragedia que había sepultado la vida de 25 mil personas. Entre ellas, la dueña de la casa donde la pareja vivía y los 33 uniformados, compañeros del agente Trujillo. Entre ellos, el recordado Capitán Hugo Estacio Salazar.
Los nervios y la nostalgia se apoderaron de la mujer y la bebé que se gestaba en su vientre falleció. Le tuvieron que practicar un legrado. Tras el procedimiento, los médicos le informaron a la pareja que no podrían tener más hijos y que en caso de un embarazo, tendrían que haber elegido entre la madre o el bebé. Así las cosas, a don Jairo y a doña María no les quedó de otra sino consentir a su único retoño.
Sobrevivió para ser oficial
Aquel niño ‘monito’ que para la época de la tragedia apenas aprendía a hablar era Jairo Alexánder Trujillo Du-que, hoy Comandante del Distrito Melgar.
El mayor
El mayor de la Policía Jairo Alexánder Trujillo Duque nació el 12 de febrero de 1983 en la ‘Ciudad Blanca’. Aunque en su niñez gozaba ser hijo único, con el pasar de los años se dio cuenta lo importante que hubiera sido haber tenido una hermana.