Mediante derechos de petición, Geovanni Rodríguez solicitó al Ejército que le entregue a su hijo, que lleva ocho días en el Batallón Rooke prestando servicio militar. Dijo que fue reclutado de manera arbitraria.
Geovanni, que es paciente renal, afirmó que requiere la compañía de su hijo Stiven, debido a que día de por medio, cuando le hacen la diálisis, necesita un acompañante y él es el único que lo hace. Aunque tiene una hija mayor, está en embarazo y de alto riesgo. “Él fue a llevarle unas cosas a un amigo que está en el Batallón, cuando entró le pidieron la cédula.
Tiene 18 años y está terminando el bachillerato. Lo envolvieron y dejaron allá”, dijo Rodríguez, quien quedó viudo hace ocho meses. “Él es el que está pendiente de mí. Y allá mantiene aburrido y deprimido”, aseguró.