El viaducto del Sena ha sido intervenido en varias ocasiones, le han dado pinceladas de colores para embellecerlo y darle una buena apariencia, sin embargo, en la actualidad una parte de la estructura está generando problemas de inseguridad en la zona. Habitantes de calle abrieron un hueco en una de las paredes, allí pernoctan y constantemente entran y salen de la base del puente. Para muchos ciudadanos, se trata de una guarida peligrosa.
Q’HUBO habló con Edison Parra Bonilla, un habitante en condición de calle. El joven es oriundo de Guamo y según dijo, desde hace 20 años vive debajo del puente vehicular.
Aunque se hace en la parte que conduce hacia la carrera Quinta, ve cómo otras personas día y noche salen del “hueco”. «Ahí duermen varios, allá adentro hay ropa, zapatos y cartones de los que se quedan en la noche», afirmó.
El roto
El orificio, al parecer, fue hecho por un habitante de calle que poco a poco fue tumbando los ladrillos hasta que logró ingresar al habitáculo sin ningún impedimento. Está ubicado en la pared que colinda con el Centro de Comercio y Servicios del Sena, Regional Tolima, de la avenida Ferrocarril.
El hueco se camufla con la pintura, sin embargo, no pasa desapercibido para los transeúntes que pasan por el lugar. Dentro de la estructura hay montículos de tierra y rocas, pero tiene el espacio suficiente para que una persona pueda moverse, por lo que sirve de resguardo contra las inclemencias del clima. Es de destacar, que los habitantes de calle no solo entran para dormir, también hay consumidores de estupefacientes que aprovechan el lugar para drogarse.
El peligro
Para ciudadanos consultados, la guarida es un foco de inseguridad, debido a que pueden usarla para atracar a personas, meterlas adentro y hasta hacerles daño. Consideran que las mujeres que esperan el servicio de buseta cerca de allí, podrían estar en riesgo.
«Lo pueden violar a uno ahí adentro y nadie se da cuenta de nada. Por acá pasan muchas personas que van hacia la carrera Quinta y otras que se dirigen hacia los barrios aledaños al Sena», opinó una mujer, que pidió la reserva de su identidad.
Por su parte, Edison reconoció que también es peligroso, haciendo alusión a que si hay rencillas entre habitantes de calle, sería un lugar perfecto para ocultar un hecho delictivo.
Otros rotos
Q’HUBO recorrió la zona y observó otros rotos sobre la estructura, que también han abierto habitantes de calle. Hacia el lado que colinda con Cortolima, hay otra entrada. «Por dentro es grande, hay otra pared y también abrieron otro roto, por ahí entran y salen», comentó Edison, quien tiene problemas de adicción con los estupefacientes.
Asimismo, en el sector que conduce hacia el barrio Hacienda Piedrapintada, es donde permanece el mayor número de personas en condición vulnerable. Allí, es normal ver en las noches a varios habitantes de calle armando fogatas para calentarse en medio de las noches frías de ‘La Musical’.
Cifra: 10 habitantes de calle aproximadamente usan el espacio como lugar para dormir, según Edison Parra Bonilla.