IBAGUÉ. Un integrante de la reconocida familia Escárraga del sector del Combeima ayer en la mañana movilizó a las autoridades policiales y organismos de socorro cuando decidió subirse al tejado de una casa y amenazar con cortarse las venas o saltar si intentaban capturarlo.
Varios integrantes de la familia Escárraga, famosa por sus problemas con la ley en el sector del Combeima, han sido judicializados por los delitos de tráfico , fabricación y porte ilegal de estupefacientes.
La historia. Ángel Leonardo Escárraga, de 22 años de edad, a eso de las 11:00 de la mañana pasaba cerca al barrio Las Vegas,y al notar la presencia de una patrulla corrió hacia los tejados de las viviendas ubicadas en la carrera Tercera Sur de la zona. En ese momento los policías pidieron refuerzos de sus compañeros quienes presuntamente dispararon al aire en dos oportunidades tal vez buscando que Escárraga se bajara del tejado.
Amenazaba con suicidarse. Ángel Leonardo Escárraga, que estaba en pantaloneta y sin camisa, permaneció agachado en el borde del techo cerca de media hora y le gritaba a los agentes que si intentaban bajarlo se lanzaba o se cortaba las venas. El sujeto tenía sangre en la mano derecha.
Luego de varios minutos al lugar de los hechos llegó la progenitora y familia de Escárraga,quienes le decían:“Leo, bájase de ahí”, pero él les respondía: “Yo no estaba haciendo nada malo, sólo me quiero ir para la casa” , frase que repitió varias veces.
Después de media hora el joven se paró y bajó por un poste de la luz para encontrarse con su mamá que lo acompañó hasta el CAI del Yuldaima en donde manifestaba que los patrulleros supuestamente habían disparado en su contra. Mientras que se realizaba el procedimiento para la captura , llegó un hombre que aseguró que Ángel Leonardo Escárraga, mientras huía de las autoridades, dañó un teja de su casa por lo que pedían que alguien respondiera.
Lo tienen vigilado. Se presume que el joven es reconocido en el sector porque supuestamente asaltó a varios ciudadanos y que por eso los patrulleros están pendientes de sus movimientos.