IBAGUÉ. Un hecho lamentable produjo la llegada de Félix Morales Castro a la plaza de mercado de la calle 14.
Se convirtió en comerciante de plantas medicinales luego de perder a su único hijo en un derrumbe tras un suceso que vivió en un barrio de Ibagué. Desde ese momento empezó a batallar la vida con su esposa y hace más de 13 años administra un puesto en el centro de acopio que le ha permitido resurgir de aquel momento que marcó su vida para siempre.
Historia. Nació hace 58 años en Playarrica, pero desde muy pequeño se radicó en Ibagué y aprendió a labrar la tierra. Su vida era el campo hasta hace 16 años cuando trabajaba en la vereda Cay, y vivió el momento más trágico de su existencia debido a una temporada invernal que arrasó con todo lo que tenía en la casa que compró en la parte alta del barrio 20 de julio, por el sector ‘Los Mangos’. En aquel momento, quedó atrapado con su familia entre el lodo que segó la vida de su primogénito de ocho años de edad. “Mi esposa se salvó porque logramos sacarla rápidamente. Sin embargo, perdimos a nuestro único hijo porque ella no quiso tener más. Salimos adelante gracias al apoyo de vecinos y familiares que nos arrendaron un lugar para vivir y después de muchos trámites logramos que el gobierno nos diera una casa en Nueva Castilla como retribución a la que perdimos”, sostuvo el comerciante.
Con ese vacío que dejó la pérdida de su hijo, Félix empezó a buscar oportunidades y un amigo le cedió el puesto que hoy atiende en la plaza de la 14. “Cuando llegué no sabía nada de plantas medicinales, pero los otros vendedores me ayudaron y hoy en día puedo asegurar que esta es la mejor medicina porque es natural y beneficia 100 por ciento a la salud”, puntualizó el hombre.
Pal´gasto. Don Félix recomienda la manzanilla porque contribuye a mejorar los síntomas de la gripa y regula la tensión. Además, los baños con esta planta son muy buenos para la piel y lo mejor es el precio, pues en su negocio se adquiere una buena cantidad por mil pesitos.