Deportistas locales y de diferentes ciudades del País lamentan la partida de Iván Bonilla Ortegón, un reconocido entrenador de karate Do ibaguereño.
Q’HUBO conoció que el “sensei Iván”, como lo llamaban sus alumnos y conocidos, inició la práctica del Karate Do a finales de la década de los 70 en el Club Nippón de la Liga de Karate Do del Distrito Capital, tras haber sido jugador de primera división de fútbol de Bogotá.
Iván, que hasta sus 63 años tuvo contextura fuerte y espíritu inquebrantable, siempre demostró su pasión por el deporte y la disciplina. Por motivos ajenos a su voluntad, en 1984 se vio obligado a retornar a su tierra natal e inició en la Capital del Tolima la creación de Liga de Karate-do del Tolima.
Maestro de maestros
En ese momento, se convirtió en instructor de un grupo de niños y adolescentes del colegio San Simón de Ibagué y con tenacidad y esfuerzo obtuvo el grado de primer Dan. Como instructor representó con su grupo de grandes deportistas al Tolima en un sinnúmero de torneos, logrando siempre reconocimientos.
Siendo gran difusor del arte marcial, creó clubes como el de la Universidad del Tolima, Wasa Ki Shin, Shijan y el club Nippón de Ibagué. También fue instructor, juez y miembro del Comité Técnico de la Federación Colombiana de Karate – Do.
“Siempre se esmeró por mantener la tradición de la práctica, ser formador y ejemplo para la sociedad. Hoy parte para seguir en la vía, pero sus enseñanzas, su amistad, su fortaleza y su compromiso se quedan entre nosotros (…) ese es el legado para todos aquellos que una vez compartimos con él”, expresó Abel Cardenas, uno de sus primos.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencias por la partida “de un gran señor y maestro”.
Tenía una profunda tristeza
Don Iván Bonilla partió de este mundo un mes después de haberlo hecho su hijo mayor, Marlon, quien a principios de noviembre decidió ponerle fin a su existencia.
Tras el fallecimiento del muchacho, el Sensei entró en una profunda tristeza y el lunes, después de varios días con quebrantos de salud y neumonía, fue llevado a urgencias de una clínica en Ibagué. Allí de manera inmediata fue intubado y a las 5 de la mañana del martes, falleció. Dejó tres hijos, entre ellos dos menores de edad. Vivía en el barrio Arkalá.
Dato
Sensei es un término del japonés, que suele traducirse como maestro, pero su significado es mucho más profundo. En artes marciales, es “quien recorrió antes el camino”. Es un título honroso para tratar con respeto y admiración a un maestro.
