IBAGUÉ. En la iglesia Inmaculado Corazón de María del barrio Ricaurte fue despedido para siempre el intendente de la Policía Juan Cristóbal Torres Guerrero, asesinado de varios impactos con arma de fuego el pasado viernes en la vía El Espinal- Chicoral.
Historia. Ayer a las 11:10 de la mañana las campanas de la casa de Dios dieron el último toque anunciando el ingreso del féretro cubierto con la bandera de Colombia acompañada del quepis que usaba Torres Guerrero.
El sacerdote Roger Aroca, párroco de la Policía Metropolitana de Ibagué, ofició la eucaristía a la que asistieron en primera fila doña Gladys y Juan de Jesús, padres del intendente al que de cariño sus allegados le decían ‘Androide’.
Al terminar la misa, el padre Aroca resaltó la labor que los héroes ‘verde oliva’ hacen diariamente en el País: “Tenemos que aprender a ser contadores de esperanza y defender la vida, y eso es lo que hacen nuestros policías en Colombia. Por eso tienen una vocación maravillosa de proteger y brindar a las comunidades seguridad. Hoy no podemos decir que la tranquilidad está en nuestra vida porque las manos asesinas son los que causan dolor en la vida, estos hijos de las tinieblas que causan la tristeza y vacío en las familias dejan dolorida a una institución, a una familia y un sin sabor grande”, refirió el capellán.
Del mismo modo, pidió recordar a Torres Guerrero y lo que significó en su hogar y la Institución en la que estuvo vinculado durante 19 años, seis meses y cinco días: “Me pareció maravilloso encontrar en su hoja de vida 17 condecoraciones y 97 felicitaciones por ese espíritu de trabajo, servicio, compromiso, responsabilidad y ante todo ese empeño y consagración que tenía en la Policía, incluso encontré que fue docente con grado de excelencia, por eso démosle gracias a Dios, llevémonos siempre las cosas maravillosas que compartieron a su lado muchos de ustedes”, puntualizó el sacerdote con la oración del Policía, que fue recitada al unísono por los uniformados.
Una vez culminó la ceremonia religiosa, el ataúd del intendente fue sacado en medio de una calle de honor por sus compañeros y superiores de la Escuela Gabriel González.
El coche fúnebre fue acompañado por una caravana de carros y motos hasta el Cementerio San Bonifacio, donde se llevó a cabo la inhumación.
Muerte. El viernes a eso de las 7:30 p.m. Torres Guerrero fue atacado en tres oportunidades a bala mientras se movilizaba en la motocicleta de placa TRO 96D con destino al barrio Miramar de La Musical, donde vivía. Al parecer, sujetos en un carro lo siguieron desde que salió de la oficina de planeación de la Escuela Gabriel González hasta el kilómetro 26 más 350 metros, sector conocido como puente de bambú, donde fue asesinado.
