IBAGUÉ. Giovanny Bonilla y Guillermo Ordóñez son dos conductores de buses urbanos que prestan sus servicios en la Ciudad. Tal vez se conozcan o tal vez no, lo cierto es que ayer cada uno fue protagonista de problemas laborales diferentes, pero que no sólo los afectan a ellos, sino a cientos de usuarios de este medio de transporte.
El primero es conductor de la empresa Expreso Ibagué desde hace 11 años y actualmente maneja la ruta 15, que va desde el barrio Jardín Santander hasta la calle 11 con carrera Cuarta. Sin embargo, ayer hizo un paro en sus labores cotidianas y se volcó por toda la carrera Tercera en pie de lucha para protestar por el plan de rodamiento que actualmente maneja la entidad para la cual labora.
“No es justo que algunos se beneficien más que otros, y precisamente los que tengan las mejores rutas sean el gerente y los de la junta directiva. Pedimos equidad para todos, porque mientras ellos manejan un promedio de 500 pasajeros diarios, las rutas menos favorecidas, como la mía tan sólo 200 aproximadamente”, indicó el transportador.
Y como él, fueron alrededor de 50 personas las que arribaron hasta la Alcaldía Municipal sobre el mediodía, gritando arengas y exponiendo parodias acerca de la desigualdad.
Madrugó a pincharse
De otro lado Guillermo Ordóñez, quien conduce una buseta de la empresa Logalarza S.A. hace 25 años, tuvo que dejar de cubrir la ruta 21 del barrio El Salado como generalmente lo hace, no para protestar, sino para irse a un montallantas, porque desde muy temprano su buseta se pinchó con ganchos de varilla en forma de ese (S), que al parecer fueron puestos con la intención de perjudicarlo a él y sus compañeros de transporte.
“Yo salí a laborar a las 4:37 de la mañana, y ocho minutos después ya tenía dos llantas internas pinchadas; una con dos ganchos, y la otra con uno. Llevaba 20 pasajeros, a quienes me tocó trasbordar en otros vehículos. Algunos se molestaron porque pensaron que no los quería llevar”, refirió Ordóñez.
Y agregó: “Los afectados no son de una sola empresa y afortunadamente no hubo un incidente grave, pero el daño que nos hacen es muy grande, ya que a los costos materiales que nos toca cancelar, se le suma la afectación directa que se le hace a los usuarios”, concluyó.
“Nuestra protesta es pacífica”
José Iber Duarte, presidente del sindicato Sintraexpreso Ibagué, y promotor de la marcha que realizaron algunos conductores ayer, se refirió acerca del sentido de su protesta.
“La marcha de nosotros es de socialización del conflicto que vivimos internamente por la apropiación ilegal de las rutas privilegiadas como son la 8, 5 y la 11, por el gerente Juan Camilo Hernández Olaya. Queremos que la gente conozca el problema, pero el siguiente paso es el paro de transportadores, el cual sería una medida extrema y se realizaría en 15 días de no haber una respuesta pronta a nuestras solicitudes”, indicó.
Y agregó: “Quiero decir también que nosotros nada tenemos que ver con los ganchos que afectaron algunas busetas esta mañana (ayer), y pienso que son manos malintencionadas que nos quieren echar el agua sucia”.
