IBAGUÉ. Las corridas de toros, consideradas por algunos como una tradición, pasaron de ser vistas como arte a percibirse como acto de maltrato animal, hecho por el que han encontrado su ‘estocada final’ en algunos países del Mundo. Pese a que Colombia aún conserva la llamada ‘fiesta brava’, en algunas ciudades se adoptaron medidas que buscan restringirla.
En Ibagué, defensores de animales e incluso, una propuesta que se espera presentar en el Concejo Municipal, pretenden sumarse a las gestiones adelantadas en Bogotá y Medellín.
Henry Orjuela Rodríguez y Karol Pulido son estudiantes universitarios de 18 y 19 años respectivamente y han participado de actividades en la capital tolimense con el fin de generar conciencia frente las corridas de toros y el maltrato animal en general:
“Nos conocimos por Facebook y comenzamos a reunir a la gente que tenía en común el tema de protección animal”, refirió Pulido.
Orjuela precisó que una de las acciones más significativas es el ‘plantón antitaurino’, en el que realizan un ‘performance’ que muestra un mundo paralelo en el que el toro es quien lidia al torero: “Lo hicimos alrededor de 40 personas con los cuerpos semidesnudos y sangre artificial. Se conoce como ‘ponte en la piel del toro’, que es acostar a la gente en el piso y simular la muerte del animal”, dijo el activista.
Sobre las acciones antitaurinas que adelantan tanto la Acaldía de Bogotá como la de Medellín, pulido enfatizó que en Ibagué también hay posibilidad: “La gente no se muere por ir a ver las corridas, no se tiene una cultura propiamente taurina, es musical. Todos esos procesos que se han hecho en otras ciudades, son ejemplo de que algo se puede hacer acá, incluso mucho más”, aseveró.
“Las corridas no son una cultura arraigada al Tolima. Estos espacios taurinos se manejan para las relaciones sociopolíticas. Sería un gran avance lograrlo, pero es una lucha fuerte y toma tiempo”, concluyó Orjuela.
PROYECTO AL CONCEJO
Camilo Delgado Herrera, Concejal de Ibagué por el Partido Liberal Colombiano, prepara un Proyecto de Acuerdo para las próximas sesiones de octubre en la Corporación Municipal con el fin de que la Alcaldía retire el apoyo, sea económico o de bienes y servicios a eventos que impliquen sufrimiento de un animal como las corridas de toros o riñas de gallos:
“Ibagué tiene una particularidad. Aparentemente, la práctica o asistencia a estas actividades es de agrado público. Pero a la par vemos un sentimiento animalista que ha surgido y tiene un soporte importante como la misma Constitución Política y, a partir del 2010, la Sentencia 666 de la Corte Constitucional”, indicó.
Delgado Herrera agregó que ha tenido dificultades para estructurar la propuesta, como el no tener una respuesta por parte de Infibagué sobre el uso de la Plaza de Toros, así como las utilidades tanto de actividades taurinas como otro tipo de eventos, con el fin de sustentar el proyecto desde los puntos de vista constitucional, cultural, económico, financiero, administrativo y operativo:
“No ha sido fácil porque, primero, no es un asunto de interés de la Administración Municipal. He presentado dos derechos de petición; uno del 19 de junio y otro el 16 de julio. A pesar de que no hemos tenido respuesta, tuve la oportunidad de vincularme con entidades sin ánimo de lucro encargadas de velar por los derechos de los animales, a las que les ha interesado”, dijo.
“Deportes como el Motocross, Enduro, los carros ‘Monster’ entre otros, aglutinaron gran cantidad de personas entre niños, jóvenes y adultos, mucho más que las corridas de toros. Miremos el caso de Bogotá, que a través de la terminación del contrato con la Santamaría, la Administración promueve otro tipo de actividades en la Plaza de Toros”, concluyó el cabildante.
«LLEGAR AL TERRENO POLÍTICO»
Para Delgado Herrera, el interés de los activistas animalistas debe trasladarse de las manifestaciones y plantones hacia el campo político: “Hemos querido abanderar esta situación y buscar que la discusión se haga a través del Concejo Municipal para que, de una manera aterrizada, progresiva y con los ejemplos exitosos de otras ciudades de Colombia y el Mundo, arranquemos por buscar el desestímulo de este tipo de prácticas al impedir el apoyo de la Administración local para este tipo de eventos”, refirió.
“Sé que muchos animalistas quisieran que el Concejo se diera la ‘pela política’ para prohibir las corridas, que no son propias de la idiosincrasia tolimense, ni de la colombiana. Es una cultura importada y en ese sentido, tendremos una mayor probabilidad de éxito para este primer paso”, concluyó.
CONCIENTIZAR GOBIERNOS
Adriana Garzón Roa, directora de la Fundación Los Animales Sí Importan, Lasi, cree que “Necesitamos plantear un buen proyecto, y concientizar primero que todo al Alcalde, al Gobernador para que entiendan que a los animales sí les duele, que maltratados antes de la corrida”.
“El ejemplo que recibimos de otras ciudades es claro. Plantearía algo diferente a lo de Bogotá, lo mismo que con los dueños de vehículos de tracción animal; crear una alternativa a personas que han vivido durante años, toda su vida o por descendencias, de los toros”.
“Hay que mirar cuánto deja de recibir el Municipio pero hay otras formas de que la ciudad pueda recibir la misma cantidad, o más”, expresó.
Por último, Garzón Roa anhela que esta Administración dé un primer paso como lo han hecho en otras ciudades para la causa animalista: “El Alcalde Luis H. Rodríguez ha mostrado una parte humana con los animales. Aparte de que se comprometió en campaña que protegería no sólo al medio ambiente, puso su ‘granito de arena’ para que esté por decreto la Junta Protectora de animales. Creo que hay un 90 por ciento de esperanzas para Ibagué”, puntualizó.
OSCAR BORJA
