IBAGUÉ. Durante el juicio oral contra los padrinos de ‘Sarita’, la niña abusada, torturada y asesinada en Armero – Guayabal, se escucharon las declaraciones de seis testigos, todos familiares de los acusados.
Entre ellos a puerta cerrada el Juzgado especializado escuchó a los hijos menores de edad de Ángela Johana Guerra Urueña y Edilberto Rojas Torres (Los acusados).
Todos los declarantes eran testigos de la defensa de la pareja acusada como garante del homicidio, la tortura y el acceso carnal de la chiquilla.
Contra las cuerdas. Uno de los momentos tensionantes para los testigos, fue al escuchar a la hermana de la enjuiciada, quien ante el contrainterrogatorio del Fiscal Quinto Especializado señaló que visitaba a su hermana cada 15 días en Armero – Guayabal porque ella reside en Mariquita.
La mujer afirmó que no recordaba cómo estaba la carita de la niña los últimos días que la vio con vida.
Sin embargo, refirió que la veía con moñitas en el pelo y que no tenía el cartílago en la nariz, por eso su allegada la llevaba donde una extrabajadora del Hospital Nelson Restrepo que tiene una droguería y le compraba cremas para la afección.
Añadió que le veía los dientes ‘podriditos’ a ‘Sarita’ cuando sonreía. Por su parte, la progenitora de Guerra Urueña aseguró que vio de lejos a la niña el 21 de abril, porque su hija pasó primero por su casa antes de llevarla al hospital y recordó que vio inconsciente a la pequeña.