La mitomanía, descrita por primera vez en 1891 por el psiquiatra suizo Anton Delbrück, no se ha llegado a considerar como un trastorno, sino como un síntoma que puede estar asociado con diferentes trastornos mentales, como el trastorno histriónico, el antisocial, el límite, el facticio o el narcisista, los cuales pueden tener como componente la mitomanía.
Las personas mentirosas patológicas son aquellas que constantemente tienen el impulso de mentir, por lo general son muy conscientes de sus mentiras y se toman el tiempo para elaborar sus historias de tal manera que parezcan creíbles, pero en realidad las utilizan como estrategia para manipular una situación o su entorno.
La mitomanía es una conducta adictiva la cual se adquiere por medio la repetición o reincidencia, ya que se vuelve frecuente para obtener algunos beneficios bajo los engaños, es importante tener claro que un mitómano miente con el fin de evitar un castigo, evadir su realidad, justificar un incumplimiento u obtener admiración, y en definitiva se trata de personas que no se encuentran a gusto consigo mismas.
Pretender engañar a los demás puede ser algo muy sencillo sin entender antes que se está cayendo en el juego del autoengaño, es decir que cada mentira que se dice proviene de la manera en que te irrespetas y te mientes a ti mismo; estar en el plano de la ficción, la imaginación y la fantasía lleva a perder credibilidad afectando así las relaciones interpersonales. Tener una vida cargada de mentiras esclaviza la mente humana y, por otro lado, perjudica la convivencia con los demás, porque la confianza se acaba en la medida en que se va identificando este tipo de personalidad que intenta sacar excusas en todo momento sin fundamentos verídicos.
En resumen, no existen mentiras piadosas al fin y al cabo cualquier intención de engaño no deja de ser mentira y una arrastra a más.
Dato: decir mentiras es un hábito negativo que muchos han adoptado en su estilo de vida queriendo evadir el valor de la sinceridad, en efecto olvidan por completo que envolverse en ellas trae fuertes consecuencias en todo.
¿Cómo superar la tendencia a mentir?
1-Encuentra las razones por las que mientes.
2-Determina los motivos por los cuales quieres dejar de mentir.
3-Identifica las consecuencias de mentir.
4-Haz el firme compromiso contigo mismo para parar de mentir.
5-Adopta creencias sanas.
6-Evita sabotearte.
7-Trabaja en la autoestima.
8-Abandona la idea de fingir un yo ideal.
9-Enfrenta tus miedos.
10-Acepta tu realidad.
11-Intenta decir siempre la verdad.
12-Aléjate de los patrones que te hacen recaer.
13-Permite que la honestidad sea el pilar de tu personalidad.
14-Construye relaciones basadas en la confianza y credibilidad.
15-Busca ayuda profesional.
Margarita María Londoño Polania
Psicóloga-Especialista
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