IBAGUÉ. La Superintendencia de Salud no acepta la modificación al portafolio de servicios del Federico Lleras Acosta.
Que para eso lo designaron. En respuesta al oficio radicado por el gerente interventor del Hospital, Alfredo Julio Bernal Cañón, en el que informa el cierre de seis servicios, la Super le dice:“Con respecto a las dificultades presupuestales que atraviesa la entidad, se debe señalar que efectivamente esta fue una de las situaciones que llevó a la Superintendencia Nacional de Salud a tomar la decisión de adoptar la medida de intervención forzada (…) Teniendo en cuenta lo anterior debe señalarse que la principal tarea como Agente Especial Interventor designado es la de llevar a cabo una adecuada planeación financiera, de manera que se logre en el mediano plazo el equilibrio presupuestal entre los compromisos adquiridos y el recaudo”.
El escrito agrega que al cerrar el área de hospitalización, consulta externa, salud mental, cirugía programada como ginecología y ortopedía, entre otros, pone en riesgo a la población que accede a los servicios en el departamento e iría en contra vía de los lineamientos establecidos en los marcos normativos.
Que no hay plata. “El hospital no tiene presupuesto con qué funcionar”, dijo Jairo Novoa, coordinador de la Unidad de Salud Mental del Tolima.
“Actualmente las EPS le adeudan al Federico Lleras Acosta más de 138 mil millones de pesos y las acreencias con los proveedores de insumos y medicamentos continúan creciendo”, añadió Nelsy Gómez, presidenta de Anthoc en el Tolima.
El médico Novoa lamentó que también se hubiera cerrado el banco de leche materna que permitió la atención de centenares de bebés de Ibagué y el Tolima.
“Uno no entiende cuál es la función de los organismos de control cómo permiten que las EPS, no les paguen a los hospitales” subrayó el coordinador de la desaparecida unidad de salud mental del Tolima quien cuestionó con severidad el papel de la Personería, Contraloría, Procuraduría y Fiscalía frente a la debacle en que se convirtió el hospital.
Que oren. “La recomendación para los enfermos mentales es que no tomen licor durante estas festividades, que se tomen los medicamentos y que si profesan alguna religión, recen a ver si eso sirve para el tratamiento de la locura, porque no hay donde tratarlos”, aseguró el profesional.