REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
No se pudo. Ingrit Valencia perdió la finalísima de la categoría de los 50 kilogramos en el Campeonato Mundial Femenino de Boxeo, pero le quedó la satisfacción de alcanzar la medalla de plata, la única que faltaba en su estantería.
En efecto, la pegadora de la Liga del Tolima es múltiple campeona nacional, y se montó a todos los podios del Ciclo Olímpico, incluido el del certamen de los Juegos de Río-2016 (bronce). La cita orbital era la que le venía siendo esquiva.
Sin embargo, esa historia cambió cuando avanzó a las semifinales y se aseguró la presea de bronce. Luego, con la clasificación a la disputa del metal dorado, la plata ya la tenía fija para traerla al País.
En el último combate en Estambul, Turquía, el reto era superar a una pegadora local, ocho años menor. Se trata de Buse Naz Cakiroglu, quien desde que saltó al escenario recibió una ovación impresionante.
Las graderías del lugar lucían como las de un estadio de fútbol. Los asistentes tenían incluso elementos musicales, con los cuales alentaron de principio a fin a su compatriota.
Aun así, Valencia salió con un actitud fresca y alegre. Tal y como se lo había dicho 24 horas antes a esta redacción, estaba dispuesta a gozarse la experiencia.
Ya en el cuadrilátero, el duelo resultó parejo en los primeros intercambios. Sin embargo, la local fue más acertada en los golpes, especialmente en los dos asaltos iniciales. En el último, con la tranquilidad de tener a favor las tarjetas de los jueces, le dio manejo a la pelea, frente a una colombiana que nunca bajó los brazos.
Al momento de la decisión, la turca cayó arrodillada de la emoción y rompió en llanto por su primera conquista orbital, mientras que la representante de los colores Vinotinto y Oro sonrió siempre, debido a que sabía que lo conseguido fue más que meritorio. ¡Felicitaciones Ingrit!