Su vida terminó en el árbol de guayabo

IBAGUÉ. Un lazo y una rama de un palo de guayaba fue lo único que necesito Carlos Andrés Monsalve para acabar con su existencia ayer en la mañana cerca a un cultivo de maíz.
Monsalve vivía en la parte de atrás de la casa de su vecina Luz Mary Vargas,   donde sólo tenía un maletín con ropa y un colchón en el que dormía luego de las largas jornadas de trabajo en una finca de la vereda San Francisco.
Vargas comentó que su vecino era muy  callado, pero sí recordó  que en una ocasión él había dicho que estaba aburrido y que se iba a colgar. La mujer le dijo que no pensara en esas cosas.
Pese a las palabras que Vargas le manifestó a Monsalve, este decidió caminar unos metros cerca a la casa donde se estaba quedando ubicada en la vereda El Tejar, localizada cerca al barrio Boquerón y acabar con su vida.
Algunos residentes de la zona manifestaron que la primera persona en ver el cuerpo de Monsalve fue el encargado del acueducto del sector. De inmediato llamaron a la Policía para que atendiera el caso.
Uniformados de la Unidad de Vigilancia arribaron al sitio y luego solicitaron la presencia de Policía Judicial, Sijín, para que realizaran la inspección técnica al cadáver.
Mientras que los investigadores realizaban su labor, algunas personas se acercaron entre ellas una mujer quien hace algún tiempo le vendió una loción.
Según la habitante de la zona, Monsalve se fue sin pagarle 10 mil pesos de la loción.

ENTRÓ COMO ‘N.N’
El cuerpo del hombre fue llevado al Instituto Nacional de Medicina Legal, donde lo  registraron como ‘N.N’ ya que no tenía un documento que permitiera corroborar su identidad.
Sin embargo, el occiso portaba una placa de identificación militar porque  prestó su servicio obligatorio que permitió  reconocerlo como Carlos Andrés Monsalve.
Monsalve en alguna oportunidad le dijo a su vecina, Luz Mary Vargas, que él era de Santander, y que lo había abandonado su mamá, y tenía una tía en el sector de El Salado.
Más tarde, una mujer y un hombre llegaron a eso de las 2:30 p.m., a Medicina Legal, donde preguntaron por el cuerpo de Monsalve.
Aunque la mujer, quien dijo ser la tía, no tenía ningún documento que identificara a su sobrino, Q’HUBO confirmó lo que en vida Monsalve le había comentado a su vecina.

NO OLVIDE: Ayer a las 4:00 de la tarde la familia de Carlos Andrés Monsalve confirmó que sí era el cuerpo de él.

EN CIFRAS: 29 años aproximadamente tenía Monsalve.

Un lazo y una rama de un palo de guayaba fue lo único que necesito Carlos Andrés Monsalve para acabar con su existencia ayer en la mañana cerca a un cultivo de maíz.
Monsalve vivía en la parte de atrás de la casa de su vecina Luz Mary Vargas,   donde sólo tenía un maletín con ropa y un colchón en el que dormía luego de las largas jornadas de trabajo en una finca de la vereda San Francisco.
Vargas comentó que su vecino era muy  callado, pero sí recordó  que en una ocasión él había dicho que estaba aburrido y que se iba a colgar. La mujer le dijo que no pensara en esas cosas.
Pese a las palabras que Vargas le manifestó a Monsalve, este decidió caminar unos metros cerca a la casa donde se estaba quedando ubicada en la vereda El Tejar, localizada cerca al barrio Boquerón y acabar con su vida.
Algunos residentes de la zona manifestaron que la primera persona en ver el cuerpo de Monsalve fue el encargado del acueducto del sector. De inmediato llamaron a la Policía para que atendiera el caso.
Uniformados de la Unidad de Vigilancia arribaron al sitio y luego solicitaron la presencia de Policía Judicial, Sijín, para que realizaran la inspección técnica al cadáver.
Mientras que los investigadores realizaban su labor, algunas personas se acercaron entre ellas una mujer quien hace algún tiempo le vendió una loción.
Según la habitante de la zona, Monsalve se fue sin pagarle 10 mil pesos de la loción.

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