Stefanny Valderrama tiene 29 años y un tumor en el pecho el cual los médicos no pueden extraer. La joven completa cuatro años batallando en un camino lleno de espinas. Le contó su historia a Q´HUBO porque su situación económica es bastante complicada y necesita de personas solidarias que le puedan dar una mano.
En diciembre de 2016, la vida de Stefanny Valderrama, una ibaguereña que se abría campo en la Capital de la República se partió en dos. En ese momento estaba muy bien, trabajaba en un prestigioso restaurante, ya había terminado Ingeniería Ambiental y cursaba estudios en administración de empresas.
De manera infortunada, un fuerte dolor en el pecho, fatiga y dificultad respiratoria, entre otros síntomas, la llevaron de urgencia a un hospital y después de varios exámenes le diagnosticaron cáncer. La noticia le llegó en vísperas de Navidad.
A Stefanny, los médicos le encontraron un tumor en medio del pecho, cerca del pulmón y entre la vena cava y la aorta. Por su ubicación, extraerlo no es posible.
Una vez diagnosticada con el tumor, regresó a Ibagué, la tierra que la vio nacer y crecer. Aquí reside en la actualidad con su mamá y dos hermanos menores de edad en el barrio Topacio, donde prácticamente viven de la caridad de las personas.
Esperanzas mínimas
“Me dijeron que mis días en este mundo estaban contados. Aunque estoy viva todavía, estos años han sido muy difíciles para mí y para mi mamá, la única persona de la que recibo apoyo”, dijo la joven.
Su progenitora trabaja en un restaurante, pero cuando la salud de Stefanny se deteriora, ella no puede ir al trabajo. La muchacha necesita oxígeno y el dolor es tan severo que diariamente le aplican morfina e hidromorfona.
“Cuando enfermé, empezó un proceso jurídico con la Empresa porque me era imposible desempeñar mis funciones. La E.P.S a la que estoy afiliada es de Bogotá y eso ha dificultado mucho la atención. Hace poco un fallo de tutela amparó mis derechos, pero debo conseguir dinero para los pasajes y para algunos copagos”, dijo.
En la actualidad, le están practicando unas radioterapias en una clínica ubicada en Picaleña y según expresó, el pasaje en taxi le cuesta cada día 40 mil pesos.
“Pagamos arriendo y sólo tenemos el ingreso de mi mamá que está muy por debajo del salario mínimo. Emprendí un negocio de desayunos sorpresa y anchetas, pero no tengo muchos clientes. Desde que inició la pandemia apareció mucha competencia y los pedidos bajaron demasiado”, refirió.
PARA AYUDAS
Las personas que puedan ayudarle a Stefanny Valderrama con mercado, útiles de aseo, morfina o hidromorfona o quieran apoyarla en su emprendimiento, una venta de desayunos sorpresa, pueden contactarla a los teléfonos 320 2266162 o 319 576 57 20.
SU GRAN SUEÑO
En los últimos meses, los médicos le han informado a Stefanny que vivirá, máximo dos años. Añadió que le preocupa mucho morir y dejar a su madre y a sus hermanos en la situación en que están. “Siento que ahora sí me queda muy poco tiempo de vida. Me gustaría antes de morir dejarle una casita a ellos. Espero tener esa oportunidad aunque he tocado muchísimas puertas y ninguna se ha abierto”, refirió.