Solo trochas en el Sur

La impactante imagen de un tractocamión yéndose de costado a un barranco en el Tolima, que le ha dado al vuelta a los principales medios nacionales sirvió para que los habitantes del Sur del Departamento levanten de nuevo sus voces para denunciar el deplorable estado de los carreteables. En época de lluvias, estas ‘trochas’ retan la pericia y la valentía de los conductores, y lamentablemente son las únicas vías de acceso para muchos habitantes de los municipios de la zona.

Momentos de angustia

Un transportador de café que se dirigía de Ríoblanco a Chaparral, se aventuró a cruzar un peligroso tramo de esa vía que lleva décadas en espera de pavimentación. La lluvia erosionó parte del carreteable, por lo que el cruce para un vehículo de esas dimensiones era un riesgo. Sin embargo, el conductor del tractocamión decidió intentarlo, pero poco a poco, ante la mirada atónita de varias personas que estaban ubicadas sobre la vía, el peso del vehículo ganó y este se fue lentamente de costado, hasta volcarse, girando por completo.

De inmediato, en medio de los gritos de angustia, varios hombres descendieron por el barranco para ayudar al ‘profesional del volante’, quien por fortuna al momento salió ileso. Aunque inicialmente la discusión se centró en la supuesta imprudencia del conductor al cruzar por ese peligroso tramo de la vía, muchos habitantes y medios del Sur del Departamento manifestaron su indignación y denunciaron que muchas vías que conectan centros urbanos, corregimientos y veredas de esa zona del Tolima están en iguales o peores condiciones.

Clamor general

Habitantes de Chaparral, Ríoblanco, Ataco, Planadas, Saldaña, San Antonio y otros municipios del Departamento pidieron que el gobernador haga presencia en la zona y que se tome en cuenta el drama que afrontan año tras año cuando llegan las temporadas de lluvias, donde muchas personas se ven obligadas a poner en riesgos sus vidas, con tal de conseguir su sustento diario. 

¿Caminos o lodazales?

Habitantes de Chaparral denunciaron que la vía que conduce de Amoyá a la vereda Pipiní, es una trocha llena de lodo y agua, por donde se hace casi impensable transitar en esta temporada de aguaceros torrenciales, pero lamentablemente es la única alternativa de transporte para muchos campesinos que de lo contrario no pueden comercializar sus productos. 

Incomunicados

Transportadores de Chaparral que cubren rutas hacia la zona rural del municipio más extenso del Departamento, indicaron que algunas veredas, como por ejemplo las del corregimiento de Calarma, están taponadas. Asimismo, la línea de buses que cubre la vía a Roncesvalles estaba inactiva, debido a la intransitabilidad. Además, en la vía Planadas- Ataco, un pedazo de la banca fue destruido por la fuerza del río que erosionó el terreno que soporta la calzada. En municipios como Rovira y San Antonio también se denunció el olvido en el que están las vías por donde a diario circulan habitantes de las veredas y transportadores. 

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