IBAGUÉ. Cuando Clemente Palacios Cárdenas paró la buseta que conducía en el semáforo de la Avenida Pedro Tafur cerca al barrio Palermo, un joven que iba como pasajero accionó su arma y le impactó a la altura de la frente.
Pese a la gravedad de la herida, Palacios Cárdenas manejó el vehículo unas dos cuadras, es decir, hasta el barrio El Tunal donde fue auxiliado y llevado hacia la Clínica Saludcoop de la calle 60.
Mientras que el herido recibía atención médica, un taxista observó al presunto ‘gatillero’ que tomó rumbo hacia Mirolindo al mismo tiempo que se cambiaba de ropa para poder escapar, sin imaginar que lo estaban siguiendo.
Uno de los taxistas de la empresa ‘The Yellow Group’ que ayudó a detener al hombre, le contó a Q’HUBO: “Escuché cuando un compañero reportó el caso, le dije que lo siguiera mientras llamaba a la Policía”, manifestó el ciudadano.
Y agregó: “Le dije al uniformado que no me colgara porque estábamos persiguiendo a un homicida”, indicó.
El sospechoso le hizo el pare a un taxi y le dijo al chofer que lo llevara hasta Mirolindo, donde los agentes del CAI de la Policía ya estaban avisados y al momento en que el individuo se bajó del ‘amarillo’ procedieron a capturarlo.
Al presunto sicario se le encontró un revólver marca Llama Escorpión con el que habría cometido el atentado.
El aprehendido fue identificado como Kevin Leonardo López Flórez, de 18 años de edad, quien fue llevado en una patrulla a la Unidad de Reacción Inmediata, URI de la Fiscalía, donde ‘cantó’ que el atentado contra Palacios Cárdenas era por ajuste de cuentas, informó el secretario de Gobierno Municipal, Edward Amaya.
El funcionario le dijo a Q’HUBO: “Lo único que dijo el sicario es que el tipo la debía en Bogotá y que por eso había venido a esconderse en Ibagué”, sostuvo.
Finalmente, Amaya indicó que una de las hipótesis sería una herencia que presuntamente iba a recibir el herido, quien tendría la mayor parte dentro de la repartición.
