Darwin Alexis Niño Vargas cumpliría 34 años de edad en diciembre./ El crimen ocurrió en la manzana 24 casa 4B del barrio Protecho Salado. Fotos: Suministradas/ Q’Hubo.
REDACCIÓN Q’HUBO
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La noche del jueves un sicario disparó en varias ocasiones contra un reconocido mecánico de motocicletas del barrio El Salado, en la comuna Siete de Ibagué. El hecho ocurrió en el barrio Protecho y aunque la víctima alcanzó a ser llevada a un centro asistencial, falleció minutos después.
El crimen
Eran alrededor de las siete de la noche del jueves, cuando un sujeto armado llegó hasta la manzana 24 del barrio Protecho Salado y disparó varias veces contra Darwin Alexis Niño Vargas, un reconocido habitante del sector, quien se encontraba descansando en su vivienda.
Niño Vargas, al parecer, fue impactado por el sicario en más de cuatro ocasiones y quedó con vida, por lo que fue trasladado de urgencia a la Unidad de Salud de Ibagué en el Salado, donde falleció minutos después del atentado. Hasta ese lugar se trasladaron uniformados de la Policía Metropolitana de Ibagué para llevar a cabo los actos urgentes.
La coronel Sandra Liliana Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, se pronunció sobre este hecho: “siendo las 7:20 p.m. ingresa una persona de sexo masculino por herida de arma de fuego conducido por sus familiares hasta el centro asistencial del Salado donde es atendido y posteriormente fallece.
Esta persona fue ultimada en el barrio Protecho. Sus vecinos y familiares manifiestan no haber escuchado ningún tipo de detonación de arma de fuego en el momento en el que se presentó este hecho. En estos momentos las autoridades judiciales de investigación criminal de la Policía se encuentran en averiguaciones frente a este hecho delictivo”, dijo la oficial.
La víctima
La familia Niño Vargas fue una de las fundadoras del barrio Protecho Salado, por lo que Darwin Alexis, quien tenía 33 años de edad, se crió en ese sector de la comuna Siete. En la actualidad se desempeñaba como mecánico de motocicletas en un taller ubicado en el barrio Palogrande, a la altura de la calle 138 con carrera novena, muy cerca al parque del Salado.
Darwin vivía junto a su esposa y una hija menor de edad en la manzana 24 casa 4B de Protecho Salado y según versiones extraoficiales, además de su oficio como mecánico, también era prestamista de dinero. Se destacaba por su pasión por el motociclismo y por el amor hacia sus mascotas de raza American Bully.
Sus vecinos, en diálogo con Q’HUBO, lo recordaron como una persona generosa que siempre estaba pendiente de los demás y en fechas especiales compartía con ellos: “En navidad hacía cena y a todos los que pasaban por donde vivía él les compartía sin importar ni quién era ni de donde era, solo le importaba compartir”, contó una habitante del sector.
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