En el barrio Picaleñita de Ibagué, algunas familias también sufren por el estado de la red de alcantarillado. Q’HUBO visitó el sector y encontró un enorme daño. Según la comunidad, llevan año y medio gestionando el cambio de varios metros de tubería ante la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, pero hasta el momento no han tenido una respuesta positiva.
La ‘gota que rebosó la copa’ para tres familias del sector, fue el aguacero del martes. Debido a las lluvias de ese día, sus casas se inundaron de aguas negras. Estas, según los testimonios, empezaron a rebozar por los sifones y además, como el tubo principal desapareció, por los años de uso, aguas lluvias y aguas negras ingresaron también por el frente de las casas.
Manuel Alonso, propietario de una de las casas, reiteró que el sector no tiene tubo de aguas residuales, debido a que colapsó. “Otro problema es que se fue formando un enorme hueco y toda esa agua que pasa por debajo se ha empezado a ‘comer’ las viviendas por debajo. No sabemos qué puede pasar un día de estos porque el agua es constante y humedece la estructura de las construcciones”, dijo.
Y agregó: “cuando calienta el sol el olor es terrible y cuando llueve toca empezar a sacar agua como sea. Varios electrodomésticos se han dañado y ¿Quién responde?, nadie. Del Ibal vienen, toman fotos, miden, pero no actúan.El Gerente conoce el caso, pero no sabemos qué pasa. Ya ha pasado año y medio y estamos desesperados. Aquí viven niños y mujeres, necesitamos que pongan manos a la obra”.
“Falta voluntad”
Sandra Avilés, presidente de la Junta, indicó que otras seis viviendas también se inundan porque la mayor parte de la red de alcantarillado colapsó. “Llevo varios meses tratando de agendar una cita con el alcalde Andrés Hurtado y no ha sido posible. Siento que la Administración no tiene voluntad para solucionar las problemáticas de mi comunidad”, puntualizó la líder.