Mercedes Bustos Silva, líder del barrio Protecho parte baja, cerca a El Salado de Ibagué, tiene este año una misión muy grande: gestionar 150 regalos para los niños del sector, una zona bastante impactada por la pandemia del Covid – 19, pues la mayoría de las familias que allí viven son de escasos recursos y desplazados.
Muy pocos hogares tienen ingresos fijos y la mayoría son sostenidos por madres cabeza de familia, que día a día se rebuscan la vida.
Muy humildes
“Obviamente lo fundamental es la comida. Las personas se rebuscan principalmente la papita y los regalos, y la ropa queda en un segundo plano. En diciembre, la esperanza para los padres y madres, eran las novenas navideñas, donde el 24 de diciembre le daban regalitos a los niños. Sin embargo este año por el virus, solo hay un pesebre, uno ecológico que creamos para el barrio, sin sacar un peso del bolsillo”, dijo Bustos Silva.
Y agregó: “Hice un recorrido casa por casa, haciendo un listado de los niños y la situación es triste. Las madres me han pedido llorando que no deje a sus hijitos sin regalo porque es la única esperanza que tienen de que el 24 el Niño Dios llegue a su hogar (…) es muy triste y por eso tengo fe y confío en que personas de ‘buen corazón’ me van a ayudar a cumplir esta misión”.
100% ecológico
A principio de diciembre, residentes de Protecho parte baja recolectaron elementos reciclables como cartón, botellas plásticas, guaduas, canastas de huevo y pelotas viejas, entre otros, y le dieron vida al pesebre ecológico que llamaron ‘Alegría Navideña’.
Cuidándose del Covid- 19, efectúan la novena con muy pocos niños y en poco tiempo.
No obstante, los más de 100 menores que allí viven, tienen la ilusión de que el Niño Dios que el 24 de diciembre nacerá en el pesebre del barrio, les dejé en su hogar, un regalito de Navidad.
Cifra
150 regalos para niños entre 0 y 12 años tienen como meta recolectar.
