IBAGUÉ. Al mejor estilo de los samurái, cultura japonesa que clavaba un arma blanca en su abdomen para terminar con su vida con honor, un hombre clavó un cuchillo en el pecho para acabar con sus problemas.
Una de las personas que vive con el adulto mayor fue al cuarto a buscarlo y encontró la fuerte imagen: Únicamente se le veía la cacha del arma blanca y sangre en el pecho.
De inmediato pidieron ayuda a la Policía y una patrulla del cuadrante asistió y solicitó una ambulancia.
Los paramédicos ingresaron a la vivienda y vieron a José Fernando Ávila acostado en una cama y obviamente su estado no era el mejor.
A Ávila lo subieron a la camilla con colaboración de otras personas y luego lo llevaron hasta el carro médico en el que llegó a la Unidad de Urgencias del Hospital Federico Lleras Acosta, donde los médicos ordenaron que llevaran al paciente al quirófano para extraer el cuchillo.
Las personas de la calle 25 entre las carreras Cuarta Estadio y Cuarta Tamaná comentaron que Ávila no estaba trabajando, y sufría de ataques epilépticos: “Quedamos sorprendidos cuando lo sacaron y le vimos la cacha en el pecho”, comentó uno de los comerciantes.
Problemas. Al parecer el desespero por no tener cómo pagar un dinero habría sido el motivo para que Ávila tomara la decisión de acabar con su vida.