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Rafael Capera, un ciudadano que vive en Coyaima, denuncia que a finales de mayo su hijo de 18 años tomó la decisión de prestar el servicio militar en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), para lo cual se presentó en Ibagué donde fue aceptado.
Según dijo, el domingo, cuando fue a visitarlo por primera vez, encontró al joven en mal estado de salud y tuvo que llevárselo para Guamo, donde viven algunos familiares, pero desde allí lo remitieron a una clínica de Ibagué, donde actualmente permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
La denuncia
El domingo 5 de junio, don Rafael Capera López acudió a la cárcel de Picaleña para visitar a su hijo, José María Capera Sogamoso, quien se encontraba definiendo su situación militar en el Inpec.
Al llegar al lugar y pedirle a los funcionarios de la guardia que le avisaran al joven sobre su presencia, estos se tardaron varios minutos y a la media hora apareció José, quien lucía extraño y al acercarse a su padre, le dijo que tenía mucho miedo, al tiempo que le pidió que lo sacara de allí porque le dolía la cabeza y el cuerpo.
Don Rafae le pidió explicaciones al dragoneante de turno sobre el mal estado de salud de su hijo, al tiempo que les anunció que se lo llevaría con él, pero los guardias le indicaron que no sería posible porque eso era evasión y podría ser castigado. Capera hizo caso omiso y se fue con el joven de 18 años para Guamo, donde vive un familiar. Una vez llegaron a ese municipio, lo llevaron al hospital San Antonio y los médicos determinaron remitirlo en una ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Ibagué.
Comunicado
El martes, la coordinación administrativa de la IPS clínica Ibagué, emitió una certificación en la que se da a conocer el estado de salud de José María.
Según ellos, el muchacho: “permanece internado en nuestra institución en el servicio de UCI desde el 6 de junio de 2022 con diagnósticos de R418 – Otros síntomas y signos que involucran la función cognoscitiva y la conciencia y los no especificados”, al tiempo que recomienda que: “por el momento debe permanecer y continuar bajo observación y tratamiento médico a la espera de mejoría en su cuadro clínico”.
Exige explicaciones
Rafael Capera reside en un punto de la carretera entre Castilla y Coyaima, al sur del Tolima, y desde el día que internaron a Jesús María en la clínica, le ha tocado estar en Ibagué pendiente de su evolución. Dijo que hasta el momento el Inpec no se ha reportado para averiguar sobre el estado de su hijo, al tiempo que aprovechó para dejar claro que el joven ingresó a la cárcel de Picaleña a prestar su servicio en óptimas condiciones de salud.
Asimismo, aseguró que el Inpec tampoco les ha suministrado copia de las pólizas o seguros a los que estaba afiliado José, por lo que se pregunta si al joven lo tenían incluido en algún servicio de salud. También solicitó a la Fiscalía General de la Nación que investigue lo sucedido al interior de la cárcel y determine en qué circunstancias se enfermó su hijo y si sufrió daños físicos, psicológicos y psiquiátricos ocasionados por culpa de otras personas al interior del centro de reclusión.
