IBAGUÉ. Luego de 33 días de haber sido encontrada sin vida Laura Valentina Polo Guzmán, en la cocina del apartamento donde residía en la carrera Tercera número 16-47, ayer hallaron muerto a su compañero sentimental, Miguel Ángel Medina Ortega.
Historia. Al sitio llegaron uniformados de la Policía, luego de que les avisaran que un hombre al parecer se habría suicidado. La aglomeración de personas no se hizo esperar pues en el mismo sitio había fallecido el pasado 18 de agosto la contratista de la Alcaldía, quien laboró en la Casa del Consumidor.
La mujer, de 25 años de edad, se habría quitado la vida suspendiéndose de una viga y ahora era su pareja sentimental quien presuntamente se inyectó una sustancia desconocida que le ocasionó la muerte.
Una hermana de Medina Ortega, al no saber nada de él decidió ir hasta el sitio, donde lo halló acostado bocarriba en una cama sin signos vitales.
Medina Ortega, quien era médico y se desempeñaba como comerciante había comprado unas jeringas, así lo informó el coronel Carlos Hernán Camacho Sarmiento, comandante de la Policía Metropolitana, “Miembros de la Sijín realizaron los actos urgentes y encontraron una factura de una droguería del centro de la Ciudad que detallaba la compra de unas jeringas ayer (viernes) en horas de la tarde. El hombre se inyectó algo en la mano derecha y estamos investigando qué sustancia fue. Cuando la Policía arribó, él llevaba aproximadamente 14 horas de fallecido”, manifestó Camacho.
Los rumores sobre el hecho empezaron a circular, algunas personas decían que Medina Ortega no pudo soportar la muerte de Laura Valentina. Sin embargo otros señalaron que fue el karma, pues amigos y familiares de la fémina sospechaban de las versiones que el hombre dio a las autoridades, ya que indicó en su momento que él se había tomado unas pastillas para dormir y cuando despertó la encontró colgada.
