IBAGUÉ. Ayer en la mañana, a la entrada del Instituto Nacional de Medicina Legal, María Alejandra Lozano y demás familiares esperaban la entrega del cuerpo del pequeño Yeison Estiven Pérez Lozano, de 23 meses de nacido, quien perdió la vida el lunes en la tarde cuando quedó sumergido dentro de una alberca, en una finca ubicada en cercanías al corregimiento de Villarrestrepo, en el Cañón del Combeima.
Agobiada por la pérdida de su único retoño y compañía, María Alejandra, ibaguereña de 21 años de edad, indicó: “Fui a trabajar para darle de comer a unas personas en una finca. Los despaché a la hora del almuerzo y me quedé con mi hijo. Él se quedó durmiendo, le dí teta, y fui al baño”, indicó.
La madre afirmó que se demoró un poco en ir al sanitario y regresar, pero al regresar a la cama, no encontró allí a su hijo: “Cuando lo vi, estaba dentro de la alberca, con la cabecita para abajo y los pies hacia arriba. La alberca es alta, pero tenía una rampa. Él camino por ella y seguro por jugar con el agua, se cayó”, dijo.
El pequeño fue trasladado rápidamente a la Clínica Tolima, pero lamentablemente no pudo aguantar: “Él era un niño muy lindo, adorable, sólo sonrisas. Todos lo querían en Villarrestrepo porque quería saber, conocer de todo”, puntualizó acongojado Ómar Fernando Lozano, abuelo del pequeño Yeison Estiven.
Cayó de la cama
Sobre las 2:00 de la tarde del lunes, llegó el menor Emerson Aguirre Hincapié al Hospital Federico Lleras Acosta de la capital tolimense. Según el reporte del centro asistencial, el chiquillo de 10 meses de nacido había sido remitido desde un centro asistencial en Marquetalia, Caldas, con un trauma craneoencefálico severo, pero falleció casi dos horas después de haber arribado a la capital tolimense.
Su padre, Víctor Aguirre, quien se desempeña como agricultor en la población caldense, indicó que el fatal accidente ocurrió el mismo día sobre las 7:00 de la mañana, cuando el bebé cayó desde la cama, de una altura cercana a un metro:
“Nos dijeron que lo mandaban para acá o Girardot, pero acá no estaban esperando el niño. Nos hicieron pasar de urgencias a la UCI. Nos pareció mala la atención”, puntualizó el señor Aguirre, quien realizaba ayer las diligencias en la Funeraria La Aurora, ubicada en Cádiz, para regresar a Marquetalia con su retoño y darle un último y sentido adiós.