IBAGUÉ. En una misión de la cual dependía su vida y la de su familia *Tatiana, una ex miliciana de las Farc, jamás imaginó que iba a encontrar el amor.
La orden que le habían dado a esta mujer de apenas 20 años de edad, era conquistar a un soldado y luego asesinarlo de un disparo.
Todo inició siete meses atrás cuando la mujer conoció a un hombre que hacía parte del frente 21 de las Farc, pero ella no lo sabía y un día descubrió que era guerrillero.
La ex subversiva le contó a Q’HUBO: “En una oportunidad que vine a visitarlo a Ibagué, me di cuenta de que él era de ellos y además que tenía una información. Yo me regresé para mi pueblo y él me llegó allá y me dijo: “Yo no la puedo dejar con esa información porque tal vez usted me delata”.
Tatiana agregó: “Él me llevó a donde estaba el jefe (alias ‘Donal’) y me dio dos opciones: La primera era ayudarlos en las milicias, y la segunda era mi muerte, o la de mi familia”, indicó.
La subversiva regresó al pueblo con un arma de fuego y su labor era estar pendiente de los movimientos del Ejército, de la Policía y de las personas que le ayudaban a los uniformados.
Hace 20 días Tatiana tenía que ingresar a trabajar a un hotel ubicado en el parque de Roncesvalles, enamorar a un soldado, matarlo y luego quitarle su arma y entregarla al jefe.
La mujer abordó a un uniformado e intercambiaron un par de palabras, y en una de esas la joven invitó al militar a un cuarto de un hotel donde estuvieron juntos.
La ex miliciana contó: “Él se quedó dormido, saqué la pistola y se la coloqué en la cabeza, pero no pude”.
Al preguntarle el porqué no pudo accionar el arma, respondió: “Pensé en mi, en mi familia y en él, porque desde el momento en que lo vi, me gustó”, puntualizó.
Al no matar a su objetivo, al otro día un hombre que seguía sus movimientos ingresó al hotel y le dijo: “Si se quiere morir muera sola, porque yo no me muero con usted”.
Finalmente, Tatiana decidió contarle a su enamorado y fue cuando él la convenció de que se desmovilizara.