IBAGUÉ.Por las redes sociales circulan fotografías de indígenas que permanecen en la carrera Tercera entre calles 10 y 15, pero esta vez se revela cómo los menores de edad que andan con sus progenitoras se bañan en una fuga de agua que hay frente a la Plazoleta Santa Librada.
Diariamente se observa que viven en el suelo, con el vestido de todos los días y pidiendo dinero a los transeúntes.
Aunque es un evidente problema social que el Estado no ha podido solucionar, las autoridades han tratado de mitigarlo sin conseguir avances.
Según el personero de Ibagué, Isaac Vargas, han hecho operativos con el Bienestar Familiar para ayudarlos, pero ellos prefieren migrar a otras ciudades o regresar a sus casas. Otros vuelven a#Ibagué o traen más personas de su comunidad.
“Este flagelo es a nivel nacional y se presenta hace muchos años. Son cientos los que entran a Ibagué y un porcentaje de ellos logramos regresarlos a sus lugares de origen”, dijo.
“La pedagogía no les sirve”
“La situación de pobreza en la que ellos viven da para que ellos se vayan por todo el País. Nosotros tratamos de señalarles la situación de riesgo, vulnerabilidad, pero prefieren seguir así. Unas familias en San José utilizaban unas casas en situaciones lamentables, antihigiénicas, inseguras, para alojar personas y les cobraban una cantidad”, afirmó Vargas.
