¡Sarita, he ahí a tus verdugos!

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IBAGUÉ. Luego de 12 días de que el País conoció el aberrante crimen de la pequeña Sara Ayolina Salazar Palacios en Armero Guayabal, la Policía capturó a los primeros presuntos responsables de su violación, tortura y homicidio: Sus padrinos, quienes tenían la custodia tras ser entregada por su progenitora Ruth Salazar porque no tenía con qué mantenerla.

Captura. Ayer sobre las 9:00 a.m., miembros de la Sijín detuvieron a Ángela Johanna Guerra Urueña y Edilberto Rojas Torres en la Estación de Policía de la población. Una uniformada les leyó sus derechos y mientras salían esposados con destino al Comando de la Detol una familiar enfurecida enfrentó a los uniformados e indicó que eran inocentes.

Tras una investigación de un quipo élite de la Policía y Fiscalía donde recogieron material probatorio como entrevistas, muestras biológicas, detalles de perfiladores que establecieron los posibles culpables y tomas en la escena del crimen, las autoridades emanaron las primeras órdenes de captura contra los padrinos, quienes estuvieron bajo vigilancia y nunca escaparon de la vivienda de la progenitora de Guerra Urueña donde residieron mientras avanzaba el proceso.

Aunque la pareja siempre se declaró inocente y ante medios radiales de comunicación trataron de inculpar a otras personas, con las pruebas de la Fiscalía y Policía los aprehendieron: “Este trabajo investigativo surgió del direccionamiento de la Fiscalía 44 Seccional de la URI de Ibagué. Durante 12 días se armó un equipo de trabajo conformado por tres fiscales seccionales, un grupo investigativo de la Policía Judicial del Departamento y de la Metropolitana, un equipo de perfilamiento criminal destacado por orden del general de la Policía Nacional y el director de Investigación, igualmente de peritos forenses del Instituto de Medicina Legal, funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación y Fiscalía General de la Nación. Se hicieron actividades como la técnica de perfilación criminal, patología y genética que nos permitió ante el Juez Séptimo de Control de Garantías emitir las dos órdenes de captura el día de ayer (miércoles)”, manifestó el coronel Jorge Eduardo Esguerra Carrillo, comandante de la Policía del Tolima.

 

La Tragedia. Sarita murió el 21 de abril en el Hospital Federico Lleras Acosta donde iba a ser operada por los profesionales de la salud para salvarle su vida. Ella llegó desde el Hospital Nelson Restrepo de Armero de donde la remitieron con un trauma craneoencefálico severo, señas de tortura pues en sus extremidades habían huellas de maltrato físico, desnutrición avanzada y signos de abuso sexual ya que según el coronel Jorge Hernando Morales Villamizar, comandante de la Metib, tenía defloración del himen y ano.

Su caso conmocionó al Tolima y a Colombia, pues Sarita, de tres años, hizo parte de la  lista de víctimas de la violencia contra menores de edad. Además antes de su muerte vivía su propio ‘infierno’ en medio de una descomposición familiar ya que su mamá Ruth Salazar, quien tiene siete hijos más y está embarazada la entregó en custodia solidaria a sus padrinos bajo un proceso de la Comisaría de la localidad porque presuntamente no tenía cómo mantenerla. El ‘angelito’ duró un año bajo el cuidado de los padrinos antes de su deceso.

“Sarita estuvo abandonada por todos”, dijo la secretaria de Salud Departamental, Sandra Liliana Torres tras la Unidad de Análisis del 28 de abril donde diferentes entes establecieron qué pasó con la niña y dónde se rompió la cadena de seguimiento de su caso pues estuvo en mayo de 2016 en el hospital del Líbano donde evidenciaron signos de maltrato y deterioro en su estado de su salud, pero no hicieron nada para evitar su deceso.

Sara falleció y la tierra que la vio nacer la enterró tras salir a las calles y acompañar a su ataúd hasta el cementerio. Mientras los investigadores continuaban indagando, tomando pruebas y analizando el aberrante asesinato la región hizo marchas exigiendo a la justicia que el caso no quedara impune. Según las autoridades la investigación continúa pues hay más personas involucradas en su violación, tortura y muerte.

 

Tome nota

“Es un triunfo agridulce, esperábamos más, algo más fuerte. Sabíamos que éstas personas estaban bajo custodia y que tendrían algo que ver porque en Armero todos lo decían. Queremos que se les de 60 años,  la pena máxima a estas personas”, dijo Stella Gordillo, de la Red de Mujeres.

 

 

CIFRA

47

entrevistas realizaron las autoridades durante la investigación.

 

 

Pronunciamiento

Según la  vicefiscal María Paulina Riveros, la imputación por acceso carnal violento formulada contra la madrina es porque ésta tenía la condición de garante de la pequeña, pero no por haber sido la directa responsable o autora material de los abusos.

“Las labores investigativas desplegadas permitieron identificar que los hoy capturados identificados como Ángela Johana Guerra y Edilberto Rojas Torres, que eran los padrinos de la menor y quienes la tenían a su cargo bajo la figura de custodia solidaria, ejercieron actos de violencia física, de manera reiterada contra la pequeña Sara Ayolina”, declaró Riveros.

 

Abuso sexual

De acuerdo con Medicina Legal, se han presentado demoras para identificar al agresor sexual de Sara Ayolina Salazar Palacios por la pérdida de material genético durante una cirugía con la que intentaron salvarle la humanidad.

 

 

 

ACUSADOS

 

Ángela Johanna Guerra Urueña

Delitos:

1. Homicidio agravado.

2. Tortura Agravada.

3. Acceso carnal violento agravado.

 

Edilberto Torres Rojas

Delitos:

1. Tortura Agravada.

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