IBAGUÉ. Para Johanna Cutaque los soldados que salvaron a su hijo fueron ángeles, o de lo contrario, hoy estaría llorando a su pequeño.
Ellos viven en la vereda La Floresta a una hora del casco urbano. Son cuatro los integrantes de la familia entre ellos Davinson, de 2 años de edad.
La mujer le contó a Q’HUBO que su niño jugaba en el primero piso cerca a la cocina: “Fui al segundo piso a dejar una ropa”.
Ella bajó, lo vio y pasó a la cocina a preparar la cena. Desde allí lo veía, pero pasados unos minutos no lo escuchó.
Salió a mirar qué había pasado y vio a su hijo en el tanque de donde lo sacó muy mal.
Angustiada llamó a su esposo, quien tiene una moto y en ella se llevó hasta el corregimiento de Gaitania, zona rural de Planadas, sur del Tolima.
El hombre muy asustado lo llevó al puesto de salud, pero estaba grave y habló con un oficial de la Brigada Móvil Número Ocho de la Fuerza de Tarea Zeus.
El uniformado pidió la presencia de los soldados capacitados como enfermeros, que son los que atienden inicialmente a sus compañeros heridos en combate.
Los militares al ver el estado del menor por la insuficiencia respiratoria debido al cuadro de hipotermia, empezaron los trabajos para salvarlo.
Ellos sabían que debían llevarlo con urgencia a un hospital para recibir una atención más especializada.
Por eso solicitaron el helicóptero y lo transportaron hasta Neiva, Huila.
La madre de Danvinson le aseguró a Q’HUBO que su hijo ya estaba fuera de peligro, pero ayer en la tarde seguía hospitalizado a la espera de otros exámenes.