IBAGUÉ. Debido a la crisis de salud en la que está la Ciudad desde mayo, la Secretaría de Salud Municipal hace constante seguimiento a las clínicas y hospitales para garantizar el servicio a los usuarios de las Entidades Promotoras de Salud, EPS.
Por lo anterior la cartera exigió a las diferentes corporaciones una red alternativa de atención y de esta manera atender la demanda que se ha focalizado en unos cuantos centros.
La Clínica Tolima se declaró en emergencia funcional y no da abasto con los usuarios por el cierre de las urgencias de la Minerva. Allí no hay cama para la cantidad de hospitalizados y se focalizan en la atención de triage uno, relacionado con infartos, heridos por arma blanca o de fuego y quemaduras graves.
“Como Secretaría tenemos que garantizar el primer nivel”, dijo Diana Carolina Beltrán, directora de Aseguramiento y Prestación del Servicio de la Secretaría de Salud de Ibagué.
La funcionaria aclaró que están a la espera de las medidas que adopte la Secretaría de Salud Departamental, y que continúan con las auditorias para no afectar el servicio.
Red alterna. Debido a la alta demanda, la cartera municipal exigió una red alterna a las EPS para la prestación del servicio, lo que significa que hay habilitadas otras clínicas y hospitales para atender a los beneficiarios.
Cafesalud autorizó el servicio en la Clínica Saludcoop y en el Hospital San Francisco; Pijao Salud, recibe a sus usuarios en la Clínica Instituto del Corazón de Ibagué, conocida como ‘Clínica Calambeo’ al igual que la Nueva EPS, Sanitas y Coomeva EPS.
En mayo renunciaron los médicos de atención de urgencias en la Clínica Nuestra Señora del Rosario; seguido de la deserción de algunos profesionales de la salud de La Minerva.
A lo anterior se le suma la crisis económica del Hospital Federico Lleras Acosta que ha obligado la salida de enfermeras, especialistas, personas de servicios generales, entre otros.
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