IBAGUÉ. Hace 23 años el diagnóstico para Dora Nidia Méndez fue secuelas de meningitis con síndrome convulsivo, dictamen que la ha tenido en condición de discapacidad sobreviviendo de los cuidados especiales de su madre en el kilómetro seis de La Variante de Ibagué.
Esta semana el pronóstico del Ideam también la sentenció: Las fuertes lluvias de los últimos días inundaron su casa con barro por un alúd de tierra que la despojó de su hogar y la ‘desplazó a un camión de acarreos.
Gabriela Zarta, madre de la joven entre lágrimas manifestó que “está pegada de una bala de oxígeno permanente; tiene una sonda para la alimentación y necesita de mi todo el tiempo; la lluvia y la humedad la enferman, ha tenido fiebre y debo protegerla”.
Dora Nidia es uno de los rostros de la desgracia en la temporada invernal que azota a la Ciudad y otra de tantas personas abandonadas por el gobierno ya que su familia no tiene a dónde ir; sus recursos ecónomicos provienen del carro de acarreos, propiedad de su padre, que se convierte en cuna de la joven cuando es imposible habitar la vivienda. La lluvia no cesa y Nidia tuvo que ser llevada a una habitación en arriendo mientras sus progenitores sacan el lodo de la morada para recibirla nuevamente.
