IBAGUÉ. Jorge Andrés Díaz Santafé se ‘echó’ la bendición, suspiró profundo y se le salieron las lágrimas tras conocer que no sería enviado a la cárcel de Picaleña tras haber sido judicializado por amenazar y robar a un menor de edad. Sin embargo, el hombre fue cobijado con una medida de detención domiciliaria que cumplirá en su residencia del barrio Claret.
En detalle. Díaz Santafé fue presentado ante el Juzgado Séptimo de Garantías por el delito de hurto calificado y agravado, allí el Fiscal 52 Seccional de la URI relató que la tarde del domingo él y una femenina de piel blanca interrumpieron el recorrido del menor J.S.B. en inmediaciones del Parque de El Mohán.
Al parecer Díaz Santafé le puso un brazo encima del hombro a su víctima, para simular una amistad, y le advirtió que debían caminar varios metros de esa manera o atentaría en contra de su vida.
El ente acusador agregó que segundos más tarde el presunto delincuente esgrimió un arma blanca tipo cuchillo, se la puso en el estómago al menor de edad y le pidió su maletín o sufriría las consecuencias, a su vez la fémina ‘campaneaba’ para que no llegara nadie a dañarles la ‘vuelta’.
Tras despojar del morral a la víctima, los ‘pillos’ tomaron caminos separados.
Captura. La víctima, de 15 años, dio aviso a una patrulla motorizada que transitaba la zona, la cual siguió e interceptó al hombre en la calle 28 con carrera Cuarta Estadio y lo detuvo, mientras que la mujer evadió a las autoridades.
El menor señaló que en el maletín llevaba su teléfono celular, elementos personales y 200 mil pesos en efectivo, por lo que valoró todo en un millón 100 mil pesos.
En audiencia se conoció que Díaz Santafé registra capturas por el mismo delito, pero cuando era menor de edad. La togada avaló la solicitud de la Fiscalía para imponer una detención domiciliaria.
