Miller Rojas Hernández, quien laboraba como canoero en Ambalema, fue picado por un alacrán cuando cumplía con sus labores en el puerto sobre el río Magdalena.
El piquete le produjo un paro respiratorio, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital San Antonio de ese municipio, donde los galenos intentaron reanimarlo, pero infortunadamente Rojas no respondió y falleció en el centro médico.
Miller residía en el barrio El Alto y dejó dos hijos de 12 y 5 años de edad. La comunidad lamentó el absurdo hecho, pues el hombre era muy querido en el municipio.