La emergencia sanitaria y de convivencia que se viene presentando entre la manzana A y B en este sector tiene desesperados a residentes de cerca de 32 viviendas que llevan desde enero con esta problemática. Según los denunciantes, el Ibal hizo presencia en el barrio para cambiar el sistema de acueducto y alcantarillado, sin embargo, resultó más caro el remedio que la enfermedad.
La comunidad señaló que se hizo la intervención, pero esta quedó con fugas por lo que la exposición de aguas negras es constante, además después de haber hecho el cambio fue necesario volver a intervenir la calle, esta vez para cambiar la tubería que lleva el agua potable, hecho que según la comunidad era de conocimiento por las cuadrillas del Ibal y que se pudo realizar de manera articulada.