REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Un grupo de familias cuyas residencias están ubicadas en el sector de El Tunal, sobre la ribera de la quebrada Hato de la Virgen, vive con miedo constante a que una noche de lluvias provoque una tragedia. Sus viviendas han sufrido averías graves por el deslizamiento constante del terreno.
A punto de desplomarse
En la carrera Primera con calle 77, a un costado del Conjunto Residencial Torres del Bosque, a orillas de la quebrada Hato de la Virgen, cinco viviendas están a punto de colapsar e irse barranco abajo. Estar dentro de algunas de ellas es azaroso: grietas cada vez más grandes, habitaciones completas que ya se han desplomado y la sensación de inestabilidad del terreno hacen que estas familias vivan en alerta constante.
“Estamos en proceso de reubicación, hace dos meses vinieron, pero no ha pasado nada. Aquí puede haber una tragedia. Uno tiene hijos, es complicado. Las casas se están yendo”, expresó uno de los habitantes.
Urge reubicación
Myriam Buitrago es una de las más afectadas con los daños que ha ocasionado el deterioro del terreno sobre el que está situada su vivienda. Ella vive hace 22 años en el lugar, y afirma que desde hace seis meses comenzó a hacerse notorio el peligro. No se equivocó. Del cuarto antes ubicado en la parte de atrás de su casa solo quedaron algunas de las guaduas que lo sostenían.
“Se me dañaron muchos enseres, mi pieza se cayó. Yo no tengo cocina, quedó solo una pieza, porque no hemos podido construir. Eso fue hace casi seis meses. Mi esposo estaba en ese momento en la casa, pero afortunadamente no le pasó nada”, relató doña Myriam.
La habitante del barrio indicó que funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo estuvieron en el lugar, los censaron y saben de la urgencia de reubicar a estas cinco familias. Por eso, el llamado urgente de estas personas a la Administración municipal es a proceder con el traslado de sus residencias a una zona segura, antes de que una nueva emergencia provoque desastres mayores.
Grietas gigantes
Los cuarteamientos de las paredes en una de las viviendas afectadas son tan notorios que parece que a cualquier momento la vivienda cederá junto con el terreno. Algunas de las grietas tienen varios centímetros de grosor. La humedad es grande, producto de la filtración de aguas negras de predios vecinos que vierten su contenido en la quebrada y han terminado de hacer el trabajo, convirtiendo estas casas en lugares inhabitables.
