IBAGUÉ. Una fiel lectora de Q’HUBO contactó a esta redacción en días pasados para darle un caminador al señor Silvestre Cruz, residente de la Ciudadela Simón Bolívar primera etapa. Como otra persona que había leído la nota publicada en este medio,se adelantó y le llevó uno, la donante del caminador, que tiene para ella un valor sentimental grande porque perteneció a su mamá, lo dejó a disposición de quien lo necesitara.
Aída Cardozo, habitante de la Ciudadela Simón Bolívar se contactó con este medio de comunicación para que el caminador se le diera a la señora María Luisa Manrique, una adulta mayor residente del barrio Villa del Sol.
Ayer, de sorpresa, la abuela, quien había sufrido el año pasado una fuerte caída con una fractura en la cadera y una lesión en la pierna derecha, recibió el artículo para caminar mejor: “Así no puedo lavar la locita, y no camino sola porque me dan unas borracheras tremendas”, afirmó.
La tierna abuelita, que tiene problemas de sordera, es de Gigante, Huila, y dijo no saber del paradero de sus seres queridos: “Sé que unos se murieron, pero de los otros no sé nada. Hace como unos 6 años hablé con un hermano, pero les perdí el rastro”, precisó.
María Luisa vive con María Esther Robayo, otra adulta mayor, y un abuelo de 70 años. La señora Robayo es pensionada y con el dinero que recibe paga el arriendo, “la comida, y hasta las yerbas para los remedios de ella”, afirmó.