Q’Hubo visitó sectores de la comuna Siete como El Salado y Modelia y comprobó el pésimo estado de algunas de sus vías

Fotos: Q’Hubo Ibagué.

En los barrios de la comuna Siete el mal estado de las calles es una constante. Son muchas las denuncias por la intransitabilidad de la malla vial, que en época de lluvias se torna peor, pues en algunos tramos la cinta asfáltica se convierte en barrizales. Además, los huecos abundan. Algunos de estos daños llevan años sin ser reparados.

Huecos de toda la vida

En la calle 146 con carrera Octava I, sobre una de las entradas de la USI de El Salado, el estado de la vía remonta a las épocas en las que las calles de la ciudad eran caminos llenos de tierra. El pavimento está tan deteriorado, que se confunde con la capa de tierra, o de barro, cuando hay lluvias. 

Como si esto fuera poco, el tamaño de los hundimientos es tan grande, que bien podría utilizarse esta calle para competencias de bicicross. Los conductores de vehículos deben circular con mucho cuidado y esquivar los cráteres que durante las lluvias se convierten en verdaderas piscinas, generando peligro para transeúntes, conductores y motociclistas, pues los huecos quedan prácticamente invisibles.

Una situación similar se registra frente a la entrada del conjunto residencial Kundae en la calle 147, una cuadras más abajo, sobre la calle 147 con Octava, donde a lo largo de esa vía se observa un deterioro de la cinta asfáltica de gran consideración. Vehículos particulares y busetas deben sortear los huecos y el polvo o barro que dejan a su paso, según el estado del tiempo termina por complicar la situación para los habitantes de la zona. 

Bienvenida con huecos

La entrada al sector de Modelia da la bienvenida a los visitantes con tamañas chambas, pese a que no hace mucho tiempo se hicieron arreglos en el sitio. La calle 157 con carreras Octava G, H y siguientes ofrece una gran colección de huecos de diferentes tamaños y profundidades. 

A esto se suma que debido a su inclinación, al momento de presentarse lluvias, baja un río de agua y barro por toda la vía y se concentra sobre el puente que está justo antes de ingresar al sector. Por esa calzada circulan rutas de servicio público como la 21, la 22 o la 31, que terminan de complicar la situación. El tránsito peatonal bajo esas condiciones se complica, pues es difícil esquivar los charcos y riachuelos. 

DATO:

En lamentables condiciones están muchas otras vías de la comuna, incluyendo la avenida principal, que permite el ingreso a casi todos los sectores de la zona y por donde circula una gran cantidad de rutas de transporte público.

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