IBAGUÉ. El hombre de acero: Así se podría describir a Rodrigo Ruíz quien ha estado dos veces al borde de la muerte. Una de esas ocasiones fue ayer en un accidente de tránsito en la vereda Santa Teresa, donde el carro en el que iba con tres amigos cayó por un precipicio.
Ruíz hace dos años cuando estaba en el Ejército recibió un disparo que le afectó la médula causándole una discapacidad para caminar. Sin embargo, Dios lo salvó nuevamente, cuando el carro de su amigo Ariel Betancur Hernández se quedó sin frenos y rodó al menos 25 metros.
Betancur Hernández le dijo a Q’HUBO: “Pasamos la ‘Curva del Amor’ y cuando cogí la otra frené pero no funcionó, le puse el de emergencia y tampoco”, manifestó.
El vehículo de placa IAJ- 650 chocó contra un barranco: “Reboté y caímos por el abismo”, puntualizó Betancur.
Rodrigo Ruíz, Javier Martínez, Davian Monroy y Betancur Hernández, iban para la carrera Cuarta con calle 24 a dejar una batería de un automotor de la empresa Rápido Tolima.
Ruíz, Martínez y Monroy fueron llevados en ambulancias a un centro asistencial, pero una hora después regresaron al sitio porque no les había pasado nada.
NO OLVIDE: La vereda está ubicada al otro lado del Río Combeima por el sector del Libertador.