Profundo pesar por la muerte del escritor e historiador Camilo Pérez Salamanca

Pérez Salamanca fue un ejemplo de constancia y entrega a la literatura y el periodismo. Foto:Suministrada Q’hubo.

Con profunda tristeza, ayer se conoció la noticia sobre la muerte del escritor, historiador, cronista y periodista Camilo Pérez Salamanca, quien con sus obras sobre la historia de Ibagué y el Tolima, deja un invaluable legado cultural al Departamento. 

Don Camilo murió 10 días después de que falleció su esposa, su amada María Idaly Aguiar de Pérez, con quien compartió 45 años de su vida y que fue su bastón, ojos, amiga, secretaria y transcriptora de sus obras. El escritor falleció pasada la medianoche del miércoles. Uno de sus hijos que tiene una condición de discapacidad, fue quien lo vio despedirse de este mundo y de inmediato avisó a las personas cercanas. El otro hijo del cronista llegó y lo llevó hasta un centro asistencial, donde le confirmaron que ya había muerto. 

Desplazado por la violencia 

Camilo Pérez Salamanca nació el 27 de febrero de 1949 en San Juan de La China, zona rural de Ibagué, de donde salió desplazado por la violencia bipartidista. Se casó con María Idaly Aguiar de Pérez, con quien tuvo dos hijos. 

Camilo Pérez Salamanca junto a su amada Idaly. Foto: Archivo Q’hubo.

La pareja vivió gran parte de su vida en una casa situada en el barrio 7 de Agosto, la cual se destaca por sus colores vivos, las rosas que adornan los balcones del segundo piso y que en Navidad eran iluminados con luces de colores. 

“Quedó devastado”

Q’HUBO habló con Carlos Alberto Murillo, quien con voz quebrada, recordó el legado y la historia de amor que unió a Camilo y a María Idaly. Carlos, que desde hacía seis meses acompañaba a Camilo y le ayudaba a transcribir sus obras, señaló que luego de la muerte de doña Idaly la vida del historiador cambió.

“Después de la muerte de doña Idaly entró en un mundo de confusión, de caos, a veces estaba ubicado en la realidad, a veces no, pues la buscaba, la sentía, a veces le hablaba y le recriminaba que no estuviera ahí”, afirmó Carlos.

Agregó que don Camilo siempre estuvo vital y lúcido, pero debido a la muerte de doña Idaly, “había quedado devastado moral, anímicamente y como había pasado de estar vital dentro de su condición de adulto mayor, dependiente de la diálisis tres días a la semana, su pérdida de la visión y de la audición, por su condición de diábetico”. 

Recordó que el miércoles se cumplió el novenario por la muerte de doña Idaly. Ese día oraron, con la compañía de otras personas lograron que comiera y se acostó a las 6 de la tarde, pues uno de sus hábitos era acostarse a esa hora. Luego solía levantarse tipo 2:30 de la madrugada, cuando se le despertaba la creatividad. Su amada Idaly lo acompañaba y le ayudaba a escribir los textos a mano; luego, sus colaboradores, entre ellos Carlos, los digitalizaban. 

Se despidió 

Carlos Alberto Murillo contó, además, que luego de la medianoche el hijo de Camilo, Carlos Vladimir, quien tiene una condición de discapacidad y paladar hendido, y era el compañero de su padre y el encargado de realizar las diligencias, escuchó respirar con dificultad al periodista. Se acercó y “don Camilo le dijo: “cuídese mijito, cuídese”.

El hijo buscó ayuda, llamó a Carmelita, quien les colaboraba en los oficios del hogar, y finalmente a su hermano Camilo Ernesto, quien llevó a su padre a la Clínica Tolima, donde le indicaron que había fallecido. 

Sus últimas obras 

“(Camilo) estaba organizando una novela que envió a una convocatoria a Barcelona y una convocatoria de cuentos de la UIS, el año pasado y este año estábamos trabajando una obra”, aseguró Carlos. 

“Una Ninfa en los laberintos del terror y ‘Largo itinerario’ son sus últimas obras, las cuales hacían parte de una trilogía de obras, pensada en la violencia ejercida sobre las mujeres como víctimas de la guerra que lleva 50 años en Colombia, la primera ejercida por el ‘paramilitarismo’ y otra sufrida dentro de la guerrilla, eran los ejes temáticos”, refirió Carlos, quien es licenciado en literatura. 

Incluso informó que estaban alistando un libro para presentarlo a la Alcaldía de Ibagué, el cual sería concluido si así lo decide la familia del escritor. 

Se lo llevó el amor 

LIBARDO VARGAS CELEMÍN

“Al ‘Guerrero de la vida’’ se lo llevó el amor, ese amor tan entrañable que existía entre los dos, podemos decir que eran la pareja ideal, para todas partes iban. Ella se convirtió en el otro Camilo, a pesar de que ella tenía problemas de salud”, así recordará Libardo Vargas Celemín, escritor y amigo de Camilo Pérez Salamanca, la partida del además historiador.

El también docente, describió a Camilo como un autodidacta increíble. “Si alguien quiere conocer a Ibagué del siglo XX, el quinteto sobre la ciudad, a través de los personajes populares reconstruye a esa Ibagué, porque era un ‘ratón de biblioteca’”, dijo.

Libardo, quien en 2015 escribió un libro sobre Pérez Salamanca, refirió que su amigo se pasaba horas enteras sacando recortes de periódicos, fotocopias que con apoyo de su esposa pegaba en unas tablas y las archivaba, era su arsenal histórico.

Asimismo, rememoró que Pérez Salamanca en 2012 ganó el premio vida y obra Ciudad Musical, y asistió a todos los lanzamientos de sus obras, que escribía y para las cuales buscaba siempre financiación, luego seguía con la siguiente y así sucesivamente. 

Recordó que durante el velorio de doña Idaly, su amigo le contó que había terminado una novela y la iba a enviar a la Bienal de Novela en Neiva. También que su gusto por el fútbol lo llevó a escribir un trabajo sobre el tema, que no se publicó y que trataba sobre un personaje del Deportes Tolima. 

Además, Celemín destacó que él servía de soporte a investigadores, incluso del exterior y con trabajos de tesis doctoral. Todos los consultábamos porque tenía una memoria prodigiosa. En una de sus anécdotas, Libardo recordó que cuando don Camilo empezó a perder la visión continuaba manejando carro. Él alcanzó a acompañarlo de copiloto, “manejaba despacio, pegado al andén y decía que paraba cuando veía un bulto. Finalmente lo convencimos para que vendiera el vehículo”. 

Su trayectoria 

Camilo Pérez Salamanca fue docente de la Universidad del Tolima y fundador de varias publicaciones de esa Alma máter. Además, cofundador de la Unión Nacional de Escritores, del Taller Literario El Mohán y miembro de número de la Academia de Historia del Tolima. 

Escribió 15 libros, entre los que destacan: El País de Pedro Bronco; Ibagué la Ciudad donde Dios leyó un poema; El quinteto de la historia de Ibagué, e Idaly toda Azul como los veranos de junio. 

Tome nota

El cuerpo de don Camilo es velado en la sala B, segundo piso de la Funeraria Los Olivos de la carrera Quinta con calle 40. Las exequias se cumplirán en la iglesia María Auxiliadora de Cádiz y será llevado al Cementerio Los Olivos. 

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