IBAGUÉ. “Vamos, ‘papi’, vamos”, eran las palabras que le decía un paramédico a Luis Alfredo Martínez para que no perdiera el sentido mientras era rescatado junto al cuerpo de Dayro Caicedo, oficial de contrucción, quien murió en el lugar.
A las 4:30 de la tarde de ayer, en la esquina de la calle 45 con carrera Sexta A del barrio Villa Marlén I donde iniciaban una obra de construcción, el muro de una casa contigua se desplomó y cayó sobre los dos hombres.
Bomberos y paramédicos llegaron al sitio para ayudar a Martínez, aprisionado por la estructura.
Palas, picas, barras y todo tipo de elementos fueron usados para poder extraer al afectado, que se quejaba.
Los minutos empezaron a correr y por más que sacaban tierra, Martínez no salía y su ánimo empezó a decaer.
Sobre las 5:39 el obrero, de quien se estableció que llegó a pedir trabajo una semana antes, se iba de este mundo pero el grito de una de las personas que lo auxiliaba lo trajo de vuelta y siguió luchando.
El temor de los rescatistas y demás personal era que el pedazo de pared que aún quedaba se cayera, y la emergencia empeorara. El desprendimiento de tierra hizo que todos se retiraran por un momento y Martínez quedó solo. Retomaron y con algunos palos trataron de sostener la pared.
A las 8:00 de la noche, Martínez y el cuerpo de Caicedo, no habían sido rescatados. Al cierre de esta edición, continuaban las labores de los bomberos.
El fallecido era natural de Cali y llegó ayer porque estaba en la Escuela Nacional de Operaciones Policiales, Cenop, en Chicoral, donde trabajó en una obra.
ANDRÉS PÁEZ