El lunes, Jesica Adriana Arciniegas Rojas, almacenista en cargo provisional del Conservatorio de Música del Tolima, encontró su oficina sellada. Eso, según la versión de la funcionaria, fue la copa que rebosó la copa, pues sería uno de los tantos episodios de maltrato psicológico al que la habría expuesto el rector James Enrique Fernández Córdoba y otros funcionarios.
En diálogo con Q´HUBO, la profesional aseguró que todo empezó desde que ella se negó a seguir las órdenes del rector en cuanto a la contratación de su oficina.
“Empezaron a decirme a cual contratista debía escoger sin importar el valor de las cotizaciones, situación a la que me negué rotundamente. En una oportunidad quería que comprara unos elementos de cocina que tenían sobrecostos de más de 10 millones de pesos. Una cafetera, que cuesta máximo 150 mil pesos, en la cotización que pasó el contratista direccionado por rectoría, la vendía en casi dos millones de pesos”, dijo.
Agregó que a raíz del presunto acoso laboral en la actualidad presenta problemas de ansiedad e incluso permanece hospitalizada en una clínica de la ciudad.
Altas cotizaciones
“Mi labor es precisamente buscar la mejor opción, pero me dejaron de querer cuando empecé a ser la piedra en el zapato para él y la jurídica. Me ridiculizan delante de mis compañeros, si llegó cinco minutos tarde me pasan llamados de atención mientras que muchas personas pueden llegar a la hora que quieran”, señaló.
Y agregó: “Otro caso fue la compra de unos casilleros metálicos para guardar los instrumentos musicales. Presentaron una cotización de 180 millones de pesos y querían que yo los comprara a través de la modalidad de único oferente. Les dije que no, pedí otras cotizaciones, y una empresa acá mismo de la ciudad, presentó la propuesta por 94 millones de pesos. Las denuncias ya están en Fiscalía, dos por celebración indebida de contratos y una por violacion al puesto de trabajo y abuso de autoridad. También radiqué la queja en la Procuraduría y Personería. Espero que estos entes se pongan al frente.
Q´HUBO intentó comunicarse con el rector James Enrique Fernández Córdoba para conocer su versión acerca del caso, no obstante las llamadas no fueron contestadas.
