IBAGUÉ. Cuando se dirigía a celebrar la tercera eucaristía de la tarde en una de las veredas del Valle de San Juan, el padre Jaime Cortés Santana falleció luego de que el vehículo que manejaba cayera a un abismo.
El caso sucedió el viernes a eso de las 6:00 de la tarde entre las veredas Buena Vista y La Alegría, donde una posible falla mecánica ocasionó que el vehículo tipo campero de placa IBT-960 se saliera de la vía.
Los habitantes de la zona donde ocurrió el accidente llegaron hasta el lugar para saber si había alguna persona viva, pero con tristeza observaron el cuerpo inerte del padre que durante varios años les había llevado la palabra de Dios.
Los lugareños se comunicaron con la Policía para que realizara la inspección técnica al cadáver, que fue trasladado hasta Medicina Legal en Ibagué, de donde fue retirado para ser llevado nuevamente al pueblo.
Una de las últimas personas que vio con vida a Cortés Santana, fue José Manuel Díaz, uno de los colaboradores de la parroquia. Díaz recordó con tristeza que al mediodía del viernes se vieron en la iglesia, donde se despidieron por última vez: “Él me dijo, ‘nos vemos en la tarde’”, fueron las palabras que le expresó el padre a Díaz.
El funcionario contó que a Cortés Santana le gustaba desplazarse a las veredas del pueblo para predicar, y justamente el día de su muerte había ido hasta los sectores de Imán, La Alegría y la última vereda a la que iría era Buena Vista, pero no llegó.
El perfil del padre
El sacerdote Jaime Cortés Santana nació en Leticia, Amazonas, el 12 de enero de 1968. Hizo básica primaria en Armero, la secundaria en el Colegio Tolimense de Ibagué, y adelantó sus estudios profesionales en la Universidad Católica de Oriente.
Cortés se desempeñó como administrador de la Parroquia San Sebastián en Piedras. Además ejerció como sacerdote en diferentes iglesias en San Antonio de Padua, Junín, Coello, y la última fue la Parroquia de San Juan Bautista, en el Valle de San Juan.